(La Razón) «Querida futura mamá, no te asustes. Tu niño podrá hacer muchas cosas. Podrá correr hacia ti, abrazarte, tener un trabajo...». Y así continúa la enumeración de frases positivas que dicen una serie de niños y jóvenes con Síndrome de Down en un vídeo titulado: «Querida futura mamá» y que se emitió en las televisiones de todo el mundo en marzo de 2014, en consonancia con el Día Mundial del Síndrome de Down que se celebra el 21 de marzo. Sin embargo, parece que no ha gustado a todos.
En Francia, tras la emisión del anuncio en tres grandes cadenas de televisión, el Consejo Superior de lo Audiovisual (CSA) recibió varias quejas y decidió valorar si la difusión de este vídeo había sido la adecuada. Tras su deliberación, en junio de 2014, el CSA consideró que el mensaje era «susceptible de controversia» y estimó que «el mensaje no se basaba en el interés general», como estipula el decreto de 1992 que regula la publicidad audiovisual. Mientras, un grupo de siete jóvenes con Síndrome de Down, respaldados por la Fundación Jérôme Lejeune y por la asociación Amigos de Éléonore consideraron esta decisión como un ataque contra la libertad de expresión y decidieron acudir al Consejo de Estado francés para que decidiera. Pero los jueces administrativos que conforman este consejo han vuelto a rechazar su recurso. Argumentan que el vídeo era «inapropiado» porque la expresión de felicidad de los jóvenes que aparecen en él «probablemente perturbaría la conciencia de las mujeres que habían tomado diferentes opciones legítimas de su vida personal» e insiste en que su difusión no favorece el interés general de los franceses.
«En un primer momento nos ha sorprendido mucho la polémica. ¿Cómo un mensaje tan sencillo puede ser puesto en duda?», afirma Agustín Matía, gerente de Down España. Aunque «es cierto que la controversia se ha creado alrededor de si el mensaje es o no de interés general pero nos parece que está un poco cogido por los pelos», añade.
El CSA, tras su veredicto, no impuso ningún tipo de multa económica, pero si que se considera como un aviso para futuras ocasiones. «Nos preocupa que, a partir de esta decisión, las cadenas que puedan emitir este tipo de campañas en Francia las miren con lupa y no las difundan», añade el responsable de Down España. También es cierto, como apunta Matía, que «detrás de esta polémica hay un debate mayor, porque el anuncio se considera contrario al aborto de la mujer y es por ello por lo que no se estima de interés general, porque atenta contra lo que consideran una decisión legítima de cada embarazada».
En lo que respecta a España, Matía duda que un problema parecido pudiera surgir en nuestro país, ya que «por la ley general de discapacidad, se debe promover la visibilidad de las personas con alguna discapacidad, como las que tienen Síndrome de Down». El vídeo se difundió en España, como en muchos otros países, sin embargo, fueron las redes las que lo hicieron viral. Italia, Reino Unido, Portugal, Estados Unidos, Brasil... son sólo algunos de los países en los que se emitió la campaña. Es más, «en Brasil lo han vuelto a recuperar para volver a darle difusión», sostiene el gerente. Ningún otro país ha tomado una decisión parecida a la gala y ya cuenta con más de 7,2 millones de reproducciones en YouTube y ha recibido varios premios, entre los que destacan seis Leones del Festival de Creatividad de Cannes, en la misma Francia. En Australia, por su parte, se ha utilizado en las facultades de Medicina para proporcionar a los universitarios información sobre la vida de las personas con Síndrome de Down.
«Este tipo de campañas se realizan para ayudar a las familias con algún hijo con Síndrome de Down, para mostrar que estos niños pueden ser tan felices como cualquiera. Sólo refleja hechos objetivos porque es una realidad palpable», afirma Mónica López Barahona, presidenta de la Fundación Jérôme Lejeune en España. «La idea no es herir a nadie, ni molestar a una mujer que ha decido abortar, sólo se muestra un hecho constatable», prosigue.
Las dos entidades que acudieron al Consejo de Estado no se van a quedar con los brazos cruzados y, en lugar de acudir al organismo europeo que regula lo audiovisual, ya han anunciado que se dirigirán directamente al Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo. «Es un gran paso, la mejor opción, porque puede sentar un precedente importante. Será Estrasburgo el que dirima si este vídeo se considera inapropiado o que puede generar controversia. Por lo tanto, marcará jurisprudencia para el futuro», añade Matía.
Mientras el proceso judicial prosigue, las asociaciones también se están movilizando a través de las redes sociales. Están recogiendo firmas a través de la plataforma change.org para que permita emitir este contenido. «La prohibición discriminatoria del vídeo envía el mensaje de que las personas con Síndrome de Down no son bienvenidas en nuestra sociedad. Por eso ha provocado nuestra indignación», reza la carta.