(AICA) Ante los resultados de las elecciones presidenciales de los Estados Unidos, la Conferencia de Obispos Católicos de ese país envió sus felicitaciones al presidente electo Donald Trump, miembros del Congreso y demás autoridades.
La carta está firmada por el arzobispo de Louisville, monseñor Joseph E. Kurtz, presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, quien afirma que «ahora es el momento de avanzar hacia la responsabilidad de gobernar para el bien común de todos los ciudadanos».
El arzobispo pide a las nuevas autoridades que trabajen para evitar las divisiones entre demócratas, republicanos o cualquier otro partido político y que, por el contrario, los americanos puedan «ver el rostro de Cristo en el prójimo, especialmente en los sufrientes y aquellos con quienes no estamos de acuerdo».
Monseñor Kurtz recordó las palabras pronunciadas por el papa Francisco en ocasión de su visita al Congreso de los Estados Unidos, el año pasado: «Toda actividad política debe servir y promover el bien de la persona humana y estar basado en el respeto por su dignidad», aseguró, y pidió a los políticos que respondan a los millones de americanos que están luchando por sus oportunidades y ayer votaron para ser escuchados. «Nuestra respuesta debe ser simple: Nosotros los escuchamos», sentenció.
El presidente de la Conferencia de Obispos expresó su voluntad de trabajar con el presidente electo Trump para «proteger la vida humana desde su más vulnerable comienzo hasta su finalización natural», y manifestó firmeza al determinar que «nuestros hermanos y hermanas que son migrantes y refugiados deben ser humanamente bienvenidos». Mencionó también su especial atención con los hermanos cristianos y de otros credos de todo el mundo que son amenazados por la persecución, especialmente en Medio Oriente, y su intención de asegurar la libertad religiosa, de «proclamar y dar forma a nuestras vidas alrededor de la verdad sobre el hombre y la mujer, y el único lazo de matrimonio que ellos pueden formar».
Para finalizar, el prelado indicó que «cada elección nos trae un nuevo comienzo», y manifestó su confianza en que, a través de la fe en Cristo, «Dios nos dará la fuerza para sanar y unirnos», comprometiéndose a rezar por los líderes, para que afronten sus funciones «con gracia y coraje». «Que todos nosotros, como católicos, ayudemos a los demás a tener fe y ser testigos gozosos del amor sanador de Jesús», concluyó.