(Gaudium Press) «De acuerdo a la mente de Dios, al final de la historia Él vendrá del Oriente, como el sol naciente, como lo vemos en el Magnificat, como lo vemos en los cánticos, como lo vemos en las Escrituras», expuso el obispo. «Cuando el sacerdote se pone de pie junto con la congregación –no dándole la espalda a ellos, ese no es el punto, el punto es que el sacerdote se pone de pie junto con la congregación y mira, simbólicamente al menos, hacia el Oriente– somos un ejército poderoso marchando hacia el lugar del sol naciente, para encontrarnos con el Señor, encabezados por el sacerdote».
El prelado bromeó sobre la buena recepción de la noticia entre los feligreses y sobre el hecho de que conozcan el término «Ad Orientem», algo que no es común en otros lugares. Afirmó que ha tomado la decisión porque «ningún general dirige sus tropas dándoles la cara y caminando hacia atrás» y para hacer énfasis en el aspecto sacrificial de la Eucaristía. También explicó que si se pierde el sentido del Sacrificio, para sólo quedarse en la noción del «Banquete Sagrado», los fieles pueden pasar a asumir una conducta de comensales informales.
El prelado motivó a los fieles a compartir la noticia y aclaró que no obligará a ningún sacerdote a seguir su ejemplo. «No quiero que estén enojados mientras celebran la Eucaristía», bromeó. «Pero vamos a comenzar. Porque esto va a hacer nuestro culto más reverente y dejará claro que estamos enfocados en Dios, en su mente, en sus caminos y su misterio absoluto y no en nuestras opiniones. Ese es un testimonio que es importante dar en este día y época», concluyó.