(Actuall) La presidenta del movimiento, Ludovine La Rochère, ha defendido que el «el cuestionamiento de la filiación, los ataques a la libertad de enseñanza y la política familiar son tres temas que afectan a nuestros simpatizantes, tres razones mayores para salir a la calle», tal y como recoge Le Figaro.
En este sentido, el coordinador adjunto de la red nacional de La Manif pour Tous, Yvan L., ha señalado que «tal vez no habrá un millón, pero si sentimos que habrá un gran revuelo en las regiones». De hecho, según ha detallado «son muchas las personas que preguntan cuándo el movimiento profamilia volverá a manifestarse por las calles de París».
«La forma de la manifestación del próximo 16 de octubre todavía no se ha decidido», ha detallado el presidente de Manif pour Tous que ha anunciado se trabajará «con la Policía para que los alrededores de la manifestación sean extremadamente seguras».
Por otro lado, La Rochère ha explicado que esta manifestación es la primera que se hace contra «los nuevos ataques a la familia». Como es el caso de los vientres de alquiler y la ideología de género.
Y ha insistido en que «los vientres de alquiler avanzan lentamente, mientras que Francia ha vuelto a ser condenada por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos por negarse a transcribir los certificados de nacimiento de los niños nacidos de madres de alquiler en la India, pero también los franceses quieren parar las políticas familiares».
Para el presidente del movimiento profamalia «hay que sentar las bases de una política de reconstrucción familiar».
Un movimiento profamilia que puso en jaque a Hollande
El movimiento Manif pour Tous ha realizado masivas manifestaciones en Francia, poniendo en jaque al Gobierno de Hollande. En una de ellas, contó con más de un millón de participantes que se manifestaron en contra de la Ley Taubria, que aprobaba las uniones homosexuales y la posibilidad de adopción.
De hecho, el Gobierno francés fue denunciado ante el Consejo de Europa por la desmedida represión policial contra familias integradas por abuelos, padres y niños. Así una familia francesa aseguró a AciPrensa que «sin advertencia y a quemarropa emplearon gases lacrimógenos, apuntaron con armas a niños pequeños y varios jóvenes fueron golpeados sin motivo alguno».
Asimismo, los gendarmes franceses agredieron al padre Xavier Beauvais, párroco de San Nicolás de Chardonet, que se encontraba participando en la manifestación profamilia.
El movimiento social más grandes desde mayo del 68
El director del European Centre for Law and Justice, Grégor Puppinck, también se sumó a las críticas por la desmesurada actuación de la Policía de Francia. Así explicó en su informe sobre la represión policial en la Manif pour tous, que «este movimiento social es el más grande en Francia desde mayo de 1968», y que las tres grandes manifestaciones que organizaon «se llevaron a cabo en un ambiente tranquilo y agradable, sin causar la destrucción de la propiedad privada o pública».
E insistió en que «el gobierno respondió de manera inaceptable en una democracia, como si estuvieran sometiendo a una facción violenta. No sólo se amenazó su prohibición, sino que se reprime a través del uso inadecuado de gases lacrimógenos y con violencia policial contra la multitud, arrestando arbitrariamente a los manifestantes por centenares».
Un movimiento transversal
El logotipo que identifica a este movimiento es el de una familia formada por una mujer, un hombre y un niño y una niña. En Manif pour Tous, participan tanto católicos como no creyentes así como personas de otras religiones. También han participado activamente numerosos homosexuales que se han rebelado contra el lobby LGTBI y que defienden que un niño tenga un padre y una madre.
Por otro lado, se ha convertido en un histórico movimiento profamilia transversal que ha contado con numerosos testimonios. Así el adolescente Benoit Talleu, un joven adoptado que delante de cientos de miles de personas reivindicó el verdadero derecho de tener un padre y una madre. «Estoy harto de escuchar que muchos hablan de adopción, como si lo más importante no fuéramos los adoptados», aseguraba.