(Catholic Herald/InfoCatólica) La elección de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos (USCCB) es un claro signo del episcopado estadounidense, dado el hecho de que Mons. Chaput siempre ha sostenido la necesidad de ser fiel a Cristo y el magisterio bimilenario de la Iglesia en todas las cuestiones relacionadas con el matrimonio, la eucarístía y la confesión, lo cual incluye la imposibilidad de que los divorciados vueltos a casar puedan comulgar a menos que decidan vivir en castidad, como hermanos.
Así se manifesó el arzobispo de Filadelfia en un artículo publicado en la revista First Things el año pasado: «La Iglesia ha insistido siempre en la necesidad del arrepentimiento de los pecados graves como condición para recibir la Eucaristía. La confesión y el arrepentimiento genuino –el cual debe incluir dejar atrás el pecado– deben preceder a la Comunión».
Mons. Chaput aclaró que la Iglesia no quiere «castigar» o «excluir» a los divorciados y las parejas vueltas a casar, pero «tampoco puede ignorar la Palabra de Dios sobre la permanencia del matrimonio, ni mitigar las consecuencias de las elecciones que las personas maduras toman libremente. No puede confirmar a los seres humanos en los patrones de comportamiento que les separan de Dios y al mismo tiempo ser fiel a su propia misión».
El arzobispo aseguró que la apertura de la comunión a los divorciados vueltos a casar no sería un acto de verdadera misericordia sino que llevaría a un «colapso» similar al que ya existe «en Europa, en esas iglesias donde la práctica pastoral sobre el divorcio, el recasamiento y la recepción de los sacramentos se ha apartado de la enseñanza católica auténtica».
La USCCB ha informado que el arzobispo Chaput presidirá un grupo de trabajo formado por cinco obispos, cuyo objetivo es «ayudar al Santo Padre en la recepción e implementación futura de la Exhortación Apostólica Post-Sinodal Amoris Laetitia».
Los otros obispos que formarán el comité son Mons. Vigneraon, arzobispo de Detroit; Mons. Hebda, obispo de Saint Paul y Minneapolis; Mons. Burbidge, obispo de Raleigh y Mons. Malone, obispo de Buffalo.