(Actuall) La campaña para conseguir que la catedral de Jaca (siglo XI) sea expropiada y deje de estar en manos de la Iglesia no es una iniciativa sólo de Pablo Echenique, presidente de Podemos Aragón, sino también del Movimiento hacia un Estado Laico (MHUEL), asociación aragonesa que persigue la derogación del Concordato con la Santa Sede, la devolución del patrimonio artístico/cultural eclesiástico al pueblo y una ley de eutanasia, entre otros fines.
El movimiento, conectado a otros grupos similares como Europa Laica, facilita en su página web la posibilidad de apostatar de la fe católica a quien lo desee, y concentra su actividad en campañas para reducir a la Iglesia al ámbito de lo privado, expulsándola del espacio público.
MHUEL felicitó recientemente al alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, por no haber asistido a la misa pontifical del 12 de octubre, rompiendo una tradición de todos los primeros ediles zaragozanos, con motivo de la Festividad del Pilar.
Sin embargo, todo indica que tanto el empeño de este movimiento laicista como el de Pablo Echenique de conseguir que el templo pase a «titularidad pública» tiene escasas posibilidades de éxito. Fuentes del obispado de Jaca creen que la iniciativa no tiene ningún futuro, por «carecer de fundamento jurídico» y señalan a Actuall que lo único que pretenden quienes lo promueven es generar «un clima de opinión».
La catedral de San Pedro de Jaca, uno de los templos más destacados del románico, fue construida a partir de 1077 por orden del rey Sancho Ramírez, y declarada Monumento Nacional en 1931 y Bien de Interés Cultural en 1985. No sólo es un importante lugar de culto y foco religioso del norte de España, sino también un enclave decisivo del camino francés de Santiago de Compostela.
El nuevo intento de expropiar la catedral de Jaca recuerda la ofensiva emprendida por la izquierda para hacer lo propio con la mezquita-catedral de Córdoba hace un año, otro de los objetivos que también tiene el movimiento laicista MHUEL.
Entonces varios factores se aunaron para tratar en primera instancia de retirar la titularidad a la Iglesia Católica de la Mezquita-Catedral. Uno de ellos fue la Junta de Andalucía, que coqueteó con la propuesta de Izquierda Unida de hacer efectiva esta medida.
Por otro lado, irrumpió la Plataforma Mezquita-Catedral de Córdoba como máxima impulsora de la expropiación del templo cordobés. El líder de la asociación, el profesor universitario Antonio Manuel Rodríguez, fue candidato del Partido Andalucista en las elecciones generales de 2011. Además Rodríguez es autor del Decálogo de Córdoba por la Alianza de Civilizaciones en el que se muestra partidario de dar la nacionalidad española a los descendientes de andalusíes.
Este decálogo fue expuesto en el seminario internacional celebrado en Córdoba en 2007 organizado por el Liderazgo Popular Islámico Mundial y patrocinado por el Gobierno de Zapatero. En él se dieron cita quienes hoy son los principales artífices de la iniciativa de expropiar la Mezquita-Catedral de Córdoba de manos de la Iglesia.
En aquel encuentro también participó Mohamed Escudero, vicepresidente de la Junta Islámica de España, que nunca ha escondido sus intenciones: «Sería muy bello convertir Córdoba en La Meca de Occidente». De todo ello se fraguó la Plataforma Mezquita-Catedral de Córdoba, promotora de arrebatar el templo a la Iglesia católica.
El obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, reaccionó afirmando que la mezquita-catedral nunca estará «mejor llevada que por quien la lleva, como propietarios, que es la Iglesia, y por el Cabildo, como administradores».
Por ello, HazteOir.org se movilizó y logró reunir 100.000 firmas para evitar que la catedral cordobesa fuera expropiada. Ahora la asociación ha vuelto a repetir esta iniciativa con el fin de que la catedral de Jaca siga perteneciendo a la Iglesia y a los fieles.