(Profesionales por la Ética) Dicho referéndum había sido solicitado con el apoyo de 48.146 firmas, recogidas en tan sólo 4 días por la coalición cívica Za otroke gre! («¡Por los niños!»), pero se pretendía su rechazo bajo el insólito argumento -esgrimido, entre otros, por Amnistía Internacional- de que se trataría de una consulta popular «discriminatoria y contraria a los derechos humanos».
Tras el fallo favorable del Tribunal Constitucional, el referéndum tendrá lugar en una fecha aún no decidida del próximo mes de diciembre. En una consulta similar celebrada en 2012 en Eslovenia a propósito del nuevo Código de Familia, casi el 55 por ciento de los votantes rechazaron que las uniones del mismo sexo fueran equiparadas al matrimonio.
Debe significarse la intensidad con la que los poderosos lobbies que están promoviendo a nivel internacional el mal llamado «matrimonio» homosexual se están empleando en Eslovenia. En efecto, para ellos se trata de una «batalla» de gran valor estratégico ya que se trataría de la primera nación postcomunista en centroeuropa, del ámbito eslavo, que abandonase la identidad de la familia natural basada en el matrimonio del hombre y la mujer.
Está presión, manifestada en especial a través de los principales medios de comunicación, plantea al movimiento Za otroke gre! una difícil y trabajosa campaña para el referéndum. Pero como ha expresado a Profesionales por la Ética Ales Primc, uno de los líderes de la referida organización de la sociedad civil eslovena, «nos estamos preparando a toda velocidad para una preciosa campaña a favor de la sexualidad hombre-mujer -la más hermosa relación del mundo- y el amor entre los niños, un padre y una madre -la relación más fuerte del mundo-».