(Avan/InfoCatólica) Durante la homilía en la misa de apertura de curso 2015-2016 de la Universidad Católica de Valencia, «San Vicente Mártir» (UCV), que ha presidido esta mañana, el Cardenal y gran canciller de la UCV ha advertido que la apertura de curso se produce en una España «católica todavía, aunque bastante debilitada religiosamente», y envuelta en un clima social y cultural «muy concreto, en una profunda y extensa crisis que connota una grave quiebra moral y humana, que hace aún más dura y difícil su superación, y con una unidad amenazada».
Europa, igualmente amenazada
Igualmente, la UCV también ha de tener presente que trabaja «en medio de una Europa amenazada en su identidad más profunda», ha añadido.
En esta situación, ha asegurado a que la UCV «como obra insoslayable, urgente e inaplazable hoy y aquí de Buen Samaritano que no pasa de largo ni abandona a nadie, debe ofrecer hoy el testimonio y la verdad de Dios, una nueva, intensa y vigorosa evangelización, la que corresponde al ámbito universitario»
«Ante los desafíos del presente», esta Universidad debe realizar una apelación a los hombres «a volverse hacia Dios», pues «lo más noble, bello y universitario es inseparable de Dios».
Iglesia, testigo
En su homilía, el purpurado ha destacado que «la obra de evangelización a la que se siente urgida la Iglesia hoy y siempre -ella existe para evangelizar- ante la crisis que atravesamos, le obliga sobre todo a hablar de Dios en el centro de nuestra vida» y ha añadido que «por ello es necesario y apremiante, imprescindible, que la Iglesia, y particularmente esta Universidad Católica de Valencia, centrando por completo su vida y sus quehaceres universitarios enteramente en Dios, sólo en Dios, sea ante todo y sobre todo testigo del Dios vivo en nuestra sociedad y ante los hombres de hoy».
Hora de responsabilidad histórica
«La fe se propone, no se impone. Por ello, en el mundo actual la tarea de esta universidad, su servicio al hombre y a esta sociedad es avivar la fe», ha señalado el titular de la archidiócesis de Valencia, que ha resaltado que la UCV vive «en una hora de responsabilidad histórica» ante la que sólo alcanzará «su capacidad de servicio y de humanización» si se ve «sumergida» en la fe, «inseparable y nunca opuesta a la razón».
En consecuencia, la «urgencia» de la UCV es la «nueva evangelización», que cuenta «necesariamente» con los profesores, ha señalado. Por ello, ha animado al claustro docente a «volver siempre la mirada a Cristo» para ser «buenos guías» de los jóvenes y ha señalado que «sin profesores con vocación decidida y sentida al servicio de la verdad en diálogo entre fe y razón, y entre teología, filosofía y ciencia, será muy difícil llegar con la Buena Noticia» a «la mente y el corazón de los jóvenes», y «transformar el tejido social en que nos encontramos», ha remarcado.
Con el cardenal Cañizares han concelebrado el obispo de Teruel y Albarracíon, monseñor Carlos Manuel Escribano, y el obispo auxiliar de Valencia, monseñorEsteban Escudero, el capellán mayor de la UCV, José Luis Sánchez, y los sacerdotes capellanes del centro universitario.
En la misa, han participado los máximos responsables de la institución académica, encabezados por Ignacio Sánchez Cámara, que ha tomado posesión como rector al inicio del acto académico posterior; la rectora de la Universidad CEU Cardenal Herrera, Rosa Visiedo; el rector de la Universidad Europea, José Enrique Fernández del Río; los decanos de las facultades de Teología y del Instituto Pontificio Juan Pablo II, los miembros del patronato de la UCV, así como otras autoridades civiles, eclesiásticas y militares y un gran número de profesores y personal no docente.