(El Confidencial / InfoCatólica) En efecto, García-Page, en calidad de alcalde de Toledo y revestido con el collar mozárabe que le acredita y con toda la parafernalia al uso, asistió el pasado jueves a los solemnes y espectaculares actos con que todos los años se celebra la festividad del Corpus –desde hace casi 800 años- en la ciudad Imperial.
Pero si consigue alcanzar la presidencia de Castilla la Mancha, tal y como parece haberse asegurado tras su pacto con Podemos, podría ser la última ocasión que sucede. Hay que recordar que tras las elecciones autonómicas del pasado 24 de mayo, la candidata del PP, María Dolores de Cospedal, se quedó a un escaño de revalidar la mayoría absoluta dejando abierta la puerta al retorno al poder regional a un bloque de izquierdas.
El programa de Podemos
Tanto el secretario general Pablo Iglesias como el responsable de este partido político en CLM, José García Molina, han dejado claro que el PSOE tiene que pasar por su aro si quieren retornar al poder y que los hombres y mujeres de Iglesias faciliten la investidura de García-Page. Esto es, que el nuevo presidente regional tiene que asumir buena parte del programa del partido de la extrema izquierda.
Dentro de las consiguientes negociaciones se le ha recordado a Page que «laicidad» tiene que ser uno de los principales signos de de reconocimiento del nuevo poder en Castilla la Mancha. Y es que dentro de las cien medidas que «Podemos» propuso en su programa electoral dentro del apartado titulado 'Libertad religiosa y laicidad' se recoge textualmente (medida 52): «Eliminación de cualquier tipo de simbología religiosa en actos oficiales de la Junta de Comunidades, así como en lugares y edificios de titularidad pública, así como establecer la prohibición para las autoridades públicas o funcionarios de la misma de participar, en calidad de tales, en actos de carácter confesional».
Asunto este en el que los dirigentes de Podemos parecen haber hecho cuestión de gabinete. Hasta ahora y durante los muchos lustros que el PSOE estuvo en el poder en Castilla la Mancha de la mano de José Bono la relación de éste con la Iglesia fue muy intensa y lo mismo parece haber ocurrido con García-Page al frente del ayuntamiento toledano. Algo que deberá cambiar a partir de ahora.
Podemos pide también la «supresión de cualesquiera honores civiles u homenajes públicos (condecoraciones, votos o nombramientos civiles) de la Junta de Comunidades a imágenes religiosas, advocaciones, santos o cualquier otro símbolo religioso».