(El Mundo) El máximo dirigente de la archidiócesis de Dublín aseguró que los responsables católicos deben hallar un «nuevo lenguaje» para propagar más eficazmente el mensaje de la Iglesia, sobre todo entre los más jóvenes, cuyo voto ha resultado clave en la consulta sobre el matrimonio entre parejas del mismo sexo.
Con la victoria del «sí», el matrimonio entre parejas del mismo sexo será reconocido por el artículo 41 de la Carta Magna, lo que le concederá protección constitucional y le equiparará al matrimonio tradicional.
Durante la campaña, la Iglesia católica, apoyada por un reducido número de grupos conservadores, antiabortistas y una minoría de senadores y diputados, sostuvo que el matrimonio homosexual atenta contra los valores de la familia tradicional y que modificará radicalmente los procesos de adopción y de maternidad subrogada, al tiempo que erosionará los derechos del menor.
La República de Irlanda ya promulgó en 2010 la ley de Relaciones Civiles que, por primera vez en este país, concedía reconocimiento legal a las parejas de hecho del mismo sexo, pero eludía calificar a esas uniones de «matrimonio» y protegerlas constitucionalmente.