Sacerdote y monje armenio del siglo X

El Papa decreta la concesión del título de Doctor de la Iglesia a San Gregorio de Narek

El Santo Padre confirmó, este sábado 21 de febrero, la sentencia afirmativa de la Sesión Plenaria de los cardenales y obispos miembros de la Congregación para las Causas de los Santos para la próxima concesión de título de Doctor de la Iglesia Universal a san Gregorio de Narek, sacerdote y monje, nacido en Andzevatsij (en la época Armenia, actualmente Turquía) alrededor del 950 y fallecido en Narek (en la época Armenia, actualmente Turquía) alrededor de 1005.

(Aica) San Gregorio de Narek (Krikor Naregatsí), monje del siglo X, que fue llamado el «san Agustín de los armenios», no tanto por la cantidad de sus obras sino por el influjo que tuvo entre los fieles.

El gran Doctor de la Iglesia armenia nació alrededor del 950, en el pequeño pueblo de Narek, en Armenia, de una familia de escritores. Su madre murió mientras Gregorio todavía estaba en edad temprana, su padre Khosrov, quien más tarde se convirtió en arzobispo, escribió el más antiguo comentario de la iglesia armenia sobre la Divina Liturgia.

Al morir su esposa, Khosrov confió a Gregorio y a su hermano Juan a su primo Ananías Vartabed, llamado «el filósofo», abad del monasterio de Narek, fundador de la escuela local y del monasterio del pueblo. En aquella época el monasterio, situado en las orillas del lago Van en Vaspuragán (hoy territorio ocupado por Turquía) era floreciente en vocaciones y en vida espiritual.

La vida de San Gregorio se sitúa en plena época de la separación de la Iglesia Apostólica Armenia de su fidelidad a Roma, en una época de paz y prosperidad anterior a las terribles invasiones de los turcos y los mongoles. Se trata de unos años en los que la Iglesia armenia experimentó un auténtico renacimiento cultural, al cual contribuyó grandemente el mismo Gregorio.

El monasterio de Narek, hoy deshabitado, fue destruido como comunidad religiosa en el siglo XX, tras el Genocidio Armenio, la deportación forzosa y exterminio de un número indeterminado de civiles armenios, calculado aproximadamente entre un millón y medio y dos millones de personas, por el gobierno de los Jóvenes Turcos en el Imperio otomano, desde 1915 hasta 1923.

A la edad de 25 años fue ordenado sacerdote y nombrado formador de los novicios. Su fama de santidad y sabiduría trascendió las paredes de Narek, pasó a los monasterios vecinos y se convirtió sin pretenderlo en reformador de la vida monacal. Elegido abad del monasterio, llevó una vida de gran humildad y caridad, plena de trabajo y oración, animada por un ardiente amor por Cristo y su Santísima Madre. Por la envidia de su sabiduría, y debido también a la estricta observancia de las normas de vida conventual, se ganó la enemistad de algunos que abrieron contra él una auténtica persecución; lo llegaron a acusar injustamente de herejía, y aquella campaña terminó con la deposición de sus cargos.

Su tumba, lugar de peregrinación hasta el genocidio armenio

Gregorio fue un distinguido teólogo y uno de los poetas más importantes de la literatura armenia. Entre sus obras se destacan un Comentario sobre el Cantar de los Cantares, muchos panegíricos y una colección de noventa y cinco oraciones en forma poética llamada «Narek», por el monasterio en el que vivió. Murió alrededor del año 1003 y fue enterrado en el mismo monasterio. Su tumba fue el destino de peregrinaciones hasta la época de las masacres perpetradas por los turcos.

Fiel a la tradición de su Iglesia, Gregorio era un gran devoto de la Virgen, le cantó con acentos inspirados y según la tradición María también se le habría aparecido.

4 comentarios

TH
Es difícil comprender el criterio del que se ha valido el Papa para declarar a este monje poco conocido en Occidente el título de Doctor de la Iglesia, a no ser que tenga que ver con el centenario del genocidio de los armenios de parte de los turcos. Yo que me dedico al estudio de la teología no he oído nunca de él. Creo que como candidato a ser Doctor de la Iglesia el Papa podría considerar a San Máximo Confesor que fue un gran defensor de la fe de la Iglesia en contra de los monotelistas. Participó en el Primer Concilio de Letrán en Roma en 649 juntamente con el Papa San Martín I, que fue secuestrado por el Emperador Bizantino llevado a Constantinopla y sometido a un juicio para luego morir exiliado debido a los malos tratos. Al mismo San Máximo le cortaron el brazo y la lengua por su defensa de la fe, y por eso se le llama Confesor. Pero este Gregorio de Narek, como dice el dicho "lo conocen en su casa", es decir en Armenia.
24/02/15 5:33 PM
Eagleheart
Este era monofisita, ¿no?

Salu2. Paz y Bien.
25/02/15 9:33 AM
Contratodaesperanza
Ya que nos ponemos a mi me parece que el Papa tendría que proclamar Doctor de la Iglesia a San Ignacio de Loyola. Sería una gran contribución para relanzar en toda la Iglesia los Ejercicios Ignacianos, "escuela de santos"
25/02/15 7:03 PM
Daniel de Argentina
Si tiene los méritos está bien. Además es una sentencia de la Congregación para la causa de los santos.
Pero, como dice TH, resulta extraño que esta decisión coincida con el centenario del Genocidio Armenio.
No es algo directamente relacionado, pero es inevitable que resulte extraña la coincidencia.
27/02/15 9:11 PM

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