(Catholic Culture/InfoCatólica) Citando a Nietzsche, Sartre, Heidegger y otros escritos de los siglos 19 y 20, el cardenal Kasper asegura que el hombre moderno carece de alegría. El mensaje del Evangelio, que trae renovación y alegría, es la fuente de la que brota «toda doctrina cristiana y la disciplina moral».
Así como el Evangelio es la fuente de la doctrina, la caridad es la fuente de la vida moral, indica el purpurado. El énfasis del Papa sobre las raíces del Evangelio y de la caridad, sin embargo, no «elimina la así llamada verdad secundaria o incómoda,» ni muchas verdades «desechadas como menos vinculante.»
El cardenal Kasper añade que el énfasis del Papa en la centralidad de la proclamación del mensaje del evangelio y la vida de caridad, le sitúan dentro de una «gran tradición» que incuye, de diversas maneras, a San Agustín, San Francisco, Santo Domingo, Santo Tomás de Aquino, Martín Lutero y el Concilio Vaticano II.
Opinión de Lutero sobre el Concilio de Trento
Martín Lutero dijo lo siguiente sobre Concilio de Trento, que ratificó la doctrina católica que negaban los protestntes:
“Habría que hacer prisionero al Papa, a los cardenales y a toda esa canalla que lo idolatra y santifica; arrastrarlos por blasfemos y luego arrancarles la lengua de cuajo y colgarlos a todos en fila en la horca… Entonces se les podría permitir que celebraran el concilio o lo que quisieran desde la horca, o en el infierno con los diablos”.
Tomado de "Lutero y la unidad de las Iglesias (Card. Joseph Ratzinger)"