(Gaudium Press) Para los investigadores, las dos piezas de tela sí estuvieron juntas en ese momento.
Los expertos encontraron un grano de polen de una planta, la Helichrysum Sp., que se ha identificado también en la Sábana de Turín y que está adherido a una de las manchas de sangre de la tela, de forma que no se trata de una contaminación posterior sino que «llegó a la reliquia a la misma vez que la sangre, no de forma aleatoria en algún momento a lo largo de su historia», según informó la Universidad. «Este dato es muy importante, pues permite demostrar la autenticidad del Sudario de Oviedo, y desmentir que se trate de una falsificación». La sangre de la reliquia conservada en España es de tipo AB, lo cual también concuerda con la Sábana Santa de Turín. Las manchas de sangre de una y otra tela encajan «matemáticamente», por cuanto se demuestra que cubrieron el mismo rostro.
«Esta investigación ha sido posible gracias al novedoso microscopio de barrido electrónico de última generación con el que cuenta la UCAM», declaró la Universidad al anunciar el hallazgo. De hecho el Presidente de la UCAM afirmó que la institución adquirió «el microscopio para ofrecer este servicio»: el de hacer análisis profundos del Sudario de Oviedo. Para Alfonso Sánchez Hermosilla, Jefe de Sección de Histopatología Forense del Instituto de Medicina Legal Murcia, y director del Equipo de Investigación del Centro Español de Sindonología, la nueva evidencia es otra concordancia de primer orden que se suma a una creciente lista de hallazgos que identifican a las dos reliquias.
Polen usado en enterramientos judíos del siglo I
Sobre la especie de planta cuyo polen se halló en la reliquia, la Universidad explicó que el «Helichrysum se ha utilizado, desde hace miles de años, con fines cosméticos en Oriente Medio; además, era usado en los enterramientos judíos durante el siglo I de la era cristiana, por lo que no es de extrañar su presencia sobre restos hemáticos de un lienzo usado para amortajar un cadáver».
El microscopio electrónico de barrido de la UCAM no sólo se ha empleado en el análisis del Santo Sudario de Oviedo, sino que ha servido en investigaciones comparativas sobre materiales para construcción, estudios de muestras obtenidas por un submarino, muestras arqueológicas y ciencias de la salud.