(Asia News/InfoCatólica) El Patriarca asegura que cuando comenzaron las protestas en Kiev, a fines del 2013, la Iglesia greco-católica «alentó la caída de las autoridades, usando eslogan nacionalistas y a menudo ruso-fóbicos como cobertura» y, además «hizo declaraciones extremadamente politizadas, que no han ayudado a poner fin al conflicto civil».
El primado ortodoxo ruso quiso igualmente hacer notar «con satisfacción» que la Santa Sede, «siempre mantuvo una posición equilibrada en relación con la situación en Ucrania y ha evitado cualquier evaluación de parte, haciendo un llamado a los negociados de paz y por la finalización de los enfrentamientos armados».
Cooperación para defender los valores cristianos
El Patriarca hizo un balance de las actuales relaciones con la Iglesia Católica, que según su parecer «demuestran una dinámica positiva, antes que nada gracias a la clara comprensión de la necesidad de que los fieles ortodoxos y católicos obren conjuntamente para proteger los valores cristianos; la crisis de la familia y el debilitamiento de los principios morales en la vida privada y en la social».