(InfoCatólica) Transcripción de parte de la entrevista al P. Ángel:
Usted es un revolucionario, como ha nombrado también al papa Francisco. Por ejemplo, usted ha hablado muy claro sobre la homosexualidad y la postura de la Iglesia, que no la entiende.
Bueno, menos mal que vino el papa Francisco y dijo que quién es él para opinar de eso porque antes bastantes palos me había dado por decir lo mismo o por bendecir a gente que se quieren unir y quieren vivir juntos. O sea, yo puedo bendecir una gasolinera, puedo bendecir chatarra o un local ¿y no puedo bendecir a dos que se quieren? Vamos, es el colmo ... aplausos... ahora va a llegar el día de San Antón y se va a poder bendecir a los perros ... aplausos...
Algunos dicen que esa postura dentro de la Iglesia no está bien vista aunque el papa Francisco le apoye, porque de momento no han cambiado las cosas.
Bueno, espero que alguien se atreva a decirme ... yo no he nacido o no me he ordenado sacerdote, ni soy obispo ni seré obispo para maldecir. Hay algunos que maldicen a los que son homosexuales, a los que viven juntos pero no están todavía casados... los maldicen...
... a los que separan
... a todos ellos. Nosotros hemos nacido para bendecir a la gente, para estar con la gente, y para encontrar a la gente. Y por eso una de las prioridades de este Papa es la familia. Y sabe que la familia no solamente son los casados católicamente, canónicamente, que siguen unidos. La familia también son los que se han divorciado, los que están separados, los que no se han casado nunca. Es decir, ahí está un poco el reto entre los que... unos aprueban una medidas y otros las siguen condenando. Mira, condenar no pueden condenarlas. Nada más que se puede condenar la violencia. Y el Papa este dice que el único pecado es la violencia y la corrupción. Lo demás se puede perdonar todo.
Le voy a poner en un aprieto. ¿Y la interrupción de la gestación? ¿abortar?
Yo creo que todos estamos en contra del aborto, sin duda alguna. Lo que pasa es que después hay que estar en caso a caso y como dice.... lo que nosotros tenemos que hacer es pues.. que de verdad la mujer pueda tener los hijos que quiera tener o eso... ¿pero quiénes somos nosotros para exigir nada? Es decir, tenemos que, de verdad, estar con la gente. Pero sobre todo apoyar a esa gente, pero no maldecirla y menos meterla en la cárcel, ¿no?
Con usted es muy fácil hablar, padre Ángel.
Sí, pero no estoy diciendo ninguna barbaridad. Es que parece que estoy diciendo una cosa del otro mundo.
No, es como hace poco que el papa Francisco descubría en el Vaticano unos millones que andaban sueltos y que no sabían de dónde habían salido. ¿Qué hacemos con eso, padre? Que incluso el papa Francisco encuentra eso y pone colorados a los de allí.
Ya es mucho ponerles colorados. Ya es mucho a toda una curia, a todos unos príncipes de la Iglesia decirles lo que les dijo hace tres o cuatro días, esas dieciséis enfermedades de lo soberbios que somos, de que nos creemos imprescindibles. Pues esas cosas se empiezan a decir. Y aunque hables y no gusten... pero este Papa no dice las cosas que le gustan a la gente. Dice lo que cree, lo que siente y lo que debe decir. Y si alguien se enfada, pues que se enfade. Pero no ha dicho nunca ni un solo pecado, ni que la Virgen no es virgen, ni que Dios no es Dios. Es que te pones a eso y dices ¿pues qué ha dicho el Papa? Tiene siempre la la vista en el cielo pero tiene puestos los pies en la tierra. Tiene unos zapatos grandes, negros y sigue pisando la tierra. Conoce bastante bien todos los problemas de los hombres.
Tras esas palabras, el programa dio paso a unas palabras del papa Francisco en Navidad en las que condenaba el sufrimiento de niños inocentes, cortando precisamente el momento en que el Santo Padre hablaba del aborto.
Entrevista completa (A partir de la hora 3, 4 minutos. Transcripción desde 3h:21 minutos, o desde el minuto 17 antes del final)