(InfoCatólica) El cardenal ha añadido que tal división entre teoría y praxis sería la omisión de la dinámica encarnacionista de toda sana teología y de toda la misión evangelizadora de la Iglesia. Cristo, al que se puede llamar el primer teólogo de las Escrituras, el teólogo por excelencia, nos ha dicho «yo soy el camino, la verdad y la vida». No hay verdad sin la vida, no hay vida sin verdad. En Él está el camino para comprender cada vez mejor la verdad que se nos ha ofrecido y se ha hecho vida nuestra».
La teología no es pura especulación
La teología «no es nunca una pura especulación o una teoría alejada de la vida de los creyentes», porque «en la auténtica teología nunca ha habido un alejamiento o una contraposición entre la inteligencia de la fe y la pastoral o la praxis vivida de la fe». Se podría incluso decir, ha añadido, que «todo nuestro pensamiento teológico, todas nuestras investigaciones científicas tienen siempre una profunda dimensión pastoral. La dogmática, la moral y las demás disciplinas teológicas tienen siempre una propia dimensión pastoral»
«La sagrada doctrina», ha dicho el cardenal Müller, «no es un página muerta, sino que en particular en la especulación dogmática toca siempre lo que es decisivo para un camino de la Iglesia, que es el camino de la salvación».