(Cugat.cat/InfoCatólica) Carta completa de Bruno de Salvador
Rajoy, guardian de la ortodoxia "marxista"
La semana pasada abandoné, por imperativo de conciencia y no sin dolor por los compañeros que dejo, la militancia en el PP y, consecuentemente, el grupo municipal del PP de Sant Cugat por la retirada de la reforma de la ley del Aborto impulsada por Gallardón, pasando a ser a partir de ahora concejal no adscrito. En estas líneas intentaré explicar brevemente el porqué de tal decisión.
Me voy porque Rajoy me ha traicionado. A mí y a muchos. 'Estos son mis principios pero si no te gustan tengo otros'. Esta frase que inmortalizó Groucho Marx resume la actuación del gobierno de Mariano Rajoy en una asunto tan grave y tan delicado como es el primero de los derechos fundamentales del hombre: el derecho a la vida.
La traición de Mariano Rajoy se enmarca en un triple ámbito:
1.- En primer lugar traiciona a muchos de los votantes del PP que depositaron en él su confianza al comprometerse a proteger la vida del concebido no nacido, tal como establece el programa electoral de las elecciones generales de 2011.
2.- Traiciona también a las bases del partido, afiliados y simpatizantes, puesto que, a día de hoy, los estatutos del partido todavía recogen el compromiso del PP en la defensa de la vida y los principios del humanismo cristiano.
3.- Traiciona un mandato de las Cortes Generales, que hace pocos meses votaba en contra de una propuesta de la izquierda que solicitaba la retirada de la reforma de la ley del aborto de Gallardón.
Nos encontramos, por tanto, ante un dirigente que ha perdido toda legitimidad moral, actuando como si fuera un monarca absoluto que hace y deshace a su antojo y excediéndose del marco competencial y contractual que limita su actuación y ello por un puñado de votos, 'por treinta monedas de plata'... ¿Cuántas vidas humanas no llegarán a nacer por esta decisión injusta e inmoral?
Rajoy y su equipo se han convertido en un mero aparato para mantenerse en el poder. Éste es el objetivo. Fieles a la doctrina de 'El Príncipe' de Maquiavelo, con la promesa electoral de defensa de la vida, primero, y la reciente retirada del Proyecto Gallardón, después, tenemos un ejemplo clarito de que la política es el arte de alcanzar el poder, primero, y mantenerse en el mismo, después. En otras palabras, el fin justifica los medios. De aquellos barros, estos lodos...
He actuado con la convicción de hacer lo que las circunstancias requerían, al margen de personalismos, con la vista puesta en el bien común, y con fidelidad a unos principios que pensaba defendía mi partido. Si mi partido los ignora, continuaré allá donde estaba en defensa de los mismos. Me consta que hay gente muy, muy, muy harta dentro del partido; tanto a nivel de bases como de cargos. Les mando todo mi afecto y admiro su perseverancia...
Por último: Mariano Rajoy, si te queda algo de dignidad y de coherencia, elimina por favor de los estatutos sociales del PP la defensa de la vida y los principios del humanismo cristiano.
Bruno de Salvador