(Agencias/InfoCatólica) Mons.Tartaglia aseguró que la Iglesia tiene que tener «compasión por el dolor y por la laceración de los corazones humanos atrapados en la separación, la traición y el divorcio».
«En momentos de angustia y de desgracia, la gente regresa instintivamente a la Iglesia para recibir esperanza, consuelo e inspiración. No debemos fallarles», indicó.
Y añadió que «en la cruz, Jesús sufrió con paciencia, perdonó a sus verdugos y abrió los brazos para abrazar y dar la bienvenida a todos los pecadores y a todos los que sufrían dolor y angustia».
El amor ayuda a conciliar las diferencias
El prelado ha hecho referencia precisamente al referéndum que acaba de celebrarse en Escocia, tras el cual surgió una pregunta: «¿las comunidades, familias y amigos escoceses podrán conciliar sus diferencias?»
El arzobispo explicó que la respuesta es «el amor», que «puede siempre llegar a la realidad, a los aspectos prácticos, y a todas las circunstancias de la vida real, de la familia, de la amistad, del trabajo y de la política».