(Agencias/InfoCatólica) Cómo lo exige el protocolo vaticano, el Pontífice envió un telegrama al Presidente de la República Italiana, Giorgio Napolitano, en el momento de dejar el territorio italiano para viajar a Albania deseando «paz y serenidad al pueblo» y sus autoridades.
El Papa Bergoglio ha sido recibido a su llegada por las autoridades de la Iglesia de Albania.
La gente alegre ha saludado al Papa durante su viaje en automóvil hasta el Palacio Presidencial para efectuar una visita de cortesía al presidente de la República del país, Bujur Nishani que invitó al pontífice a firmar el libro del recuerdo.
El séquito papal está compuesto por el cardenal Pietro Parolín, el presidente de la Conferencia Episcopal de Albania, Angelo Massafra, el arzobispo de Tirana, Mons. Rrok Mirdita y el Nuncio apostólico del país, Ramiro Molines Inglés, entre otras autoridades y colaboradores.
La Plaza Madre Teresa de Calcuta fue vestida de ceremonia para la ocasión. En las calles hay imágenes en el alto con el retrato de los mártires cristianos perseguidos por el comunismo y las leyes estatales ateas.
Después de haber dejado en Palacio Presidencial, se dirigió en un auto descubierto hacia la cercana plaza Madre Teresa, para celebrar allí la santa misa. A su llegada el alcalde de Tirana, Lulzim Xhelal Basha, le entregó las llaves de la ciudad.
El Papa Francisco ha presidido la única Misa prevista para su viaje a Albania en la Plaza Madre Teresa de Tirana, y ha resaltado que esta nación es una tierra de mártires y ha recordado que Dios nunca defrauda porque está siempre con nosotros, especialmente en los momentos más difíciles.
Bajo la lluvia, unas 200 mil personas han llegado a los alrededores de la Plaza para ver al Pontífice y acompañar la Eucaristía. En su homilía, el Santo Padre ha reflexionado sobre el pasaje en el que Jesús envía a 72 discípulos para anunciar el Reino de Dios a todos los pueblos, una tarea en la que todo católico debe sentirse comprometido actualmente.
Tras señalar que en ocasiones los discípulos de Cristo no son bien recibidos, el Papa ha dicho que «hasta hace poco, también las puertas de su País estaban cerradas, cerradas con los cerrojos de la prohibición y las exigencias de un sistema que negaba a Dios e impedía la libertad religiosa. Los que tenían miedo a la verdad y a la libertad hacían todo lo posible para desterrar a Dios del corazón del hombre y excluir a Cristo y a la Iglesia de la historia de su País, si bien había sido uno de los primeros en recibir la luz del Evangelio».
«Pensando en aquellos decenios de atroces sufrimientos y de durísimas persecuciones contra católicos, ortodoxos y musulmanes, podemos decir que Albania ha sido una tierra de mártires: muchos obispos, sacerdotes, religiosos y fieles laicos pagaron con la vida su fidelidad. No faltaron pruebas de gran valor y coherencia en la confesión de la fe. ¡Fueron muchos los cristianos que no se doblegaron ante la amenaza, sino que se mantuvieron sin vacilación en el camino emprendido!»
El Santo Padre ha expresado luego que se acerca «espiritualmente a aquel muro del cementerio de Escútari, lugar-símbolo del martirio de los católicos, donde fueron fusilados, y con emoción ofrezco las flores de la oración y del recuerdo agradecido e imperecedero».
«El Señor ha estado a su lado, queridos hermanos y hermanas, para sostenerlos; Él los ha guiado y consolado, y los ha llevado sobre alas de águila, como hizo con el antiguo pueblo de Israel. El águila, representada en la bandera de su País, los invita a tener esperanza, a poner siempre su confianza en Dios, que nunca defrauda, sino que está siempre a nuestro lado, especialmente en los momentos difíciles».
El Papa ha resaltado luego que hoy «todo bautizado tiene un lugar y una tarea que desarrollar en la Iglesia y en la sociedad. Que todos se sientan llamados a comprometerse generosamente en el anuncio del Evangelio y en el testimonio de la caridad; a reforzar los vínculos de solidaridad para promover condiciones de vida más justas y fraternas para todos».
«Hoy he venido para animarlos a hacer crecer la esperanza dentro de ustedes y a su alrededor; a involucrar a las nuevas generaciones; a nutrirse asiduamente de la Palabra de Dios abriendo sus corazones a Cristo: su Evangelio les indica el camino. Que su fe sea alegre y radiante; muestre que el encuentro con Cristo da sentido a la vida de los hombres, de todos los hombres».
El Santo Padre se ha dirigido de manera especial a los jóvenes a quienes le dijo: «no tengan miedo de responder con generosidad a Cristo, que los invita a seguirlo. En la vocación sacerdotal o religiosa encontrarán la riqueza y el gozo de darse a sí mismos para servir a Dios y a sus hermanos. Muchos hombres y mujeres esperan la luz del Evangelio y la gracia de los Sacramentos».
«Iglesia que vives en esta tierra de Albania, gracias por todo el ejemplo de tu fidelidad al Evangelio. Muchos de tus hijos e hijas han sufrido por Cristo, incluso hasta el sacrificio de la vida. Que su testimonio sostenga tus pasos de hoy y de mañana en el camino del amor, la libertad, la justicia y la paz. Amén», ha concluido.
El Papa Francisco confirmó en el Ángelus del 15 de junio dos razones por las cuales visitará Albania. La primera, la persecución de la Iglesia durante el comunismo y la segunda la convivencia ejemplar entre cristianos y musulmanes en el país.
«Con este breve viaje deseo confirmar en la fe a la Iglesia en Albania y testimoniar mi aliento y amor al país que ha sufrido por largo tiempo, como consecuencia de las ideologías del pasado», así justificó Papa Francisco su primer viaje a un país europeo.