(EP/InfoCatólica) El Patriarca Sako, acompañado por el arzobispo católico sirio de Mosul, Yohanna Petros Moshe, y por el arzobispo católico caldeo de Kirkuk, Yousif Thomas Mirkis, se reunió con el presidente del Consejo de la UE, Herman Van Rompuy, así como con miembros de la Comisión y del Parlamento Europeo.
El Patriarca Sako habló a los representantes de la UE sobre la situación «extremadamente difícil» de la minoría cristiana y advirtió de que, sin una solución pacífica, «solo quedará una presencia simbólica de cristianos en Irak».
Según explicó, los cristianos siguen huyendo de los territorios controlados por yidahistas militantes al norte del país, a pesar de que hasta ahora no han sido atacados como grupo y también huyen los musulmanes, que han encontrado refugio en los pueblos vecinos, en casas de familias cristianas y en edificios de la Iglesia.
La delegación expuso que la comunidad cristiana, a pesar de la «sistemática persecución a lo largo de los 19 siglos de su existencia», sigue desarrollando «un papel constructivo en las negociaciones entre las partes del conflicto de carácter religioso, facilitando las relaciones con la comunidad internacional». «Tenemos fama de ser mediadores desinteresados. Cuando los grupos en conflicto se niegan a reunirse fuera y les invitamos a hablar en nuestras iglesias, entonces vienen», apuntaron.
No se puede permenecer indiferente
Tunne Kelam, del Partido Popular Europeo, afirmó que la crisis de Irak ha hecho que la situación de los cristianos en Oriente Próximo preocupe más a los políticos de la UE. «No podemos continuar siendo indiferentes con su situación. La UE debe hacer todo lo posible para ayudarles y a fin de sentar las bases para que los cristianos, el grupo de la población más antiguo conocido en esa región, puedan seguir viviendo allí en igualdad de condiciones», señaló.
Más de un millón de cristianos han salido tras la caída de Saddam
Antes de la invasión liderada por Estados Unidos en el año 2003, había 1,5 millones de cristianos en Irak, de los cuales, el 70% vivía en Bagdad. Hoy en día, hay menos de 400.000 cristianos y se está produciendo un éxodo continuado hacia el norte, hacia las regiones controladas por los kurdos, donde la situación es más segura para ellos.
«En tiempos de Saddam teníamos seguridad, pero no libertad religiosa. Hoy en día tenemos libertad religiosa, pero no seguridad», subrayó el Patriarca Sako. En este sentido, el arzobispo Mirkis dijo que en la actualidad «reina tal pánico que pocos cristianos ven su futuro en Irak».