(EP) Tras su firma por los dos Gobiernos, será remitido a las Cortes españolas y a la Duma rusa, por lo que su aprobación definitiva aún puede demorarse varios meses. Por parte española lo rubricará en el Palacio de Viana el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, en presencia de la titular de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato. En representación de Rusia, firmará el viceministro de Educación de Rusia, Veniamin Kaganov.
El convenio pondrá negro sobre blanco las condiciones que tendrán que cumplir los solicitantes para adoptar un menor de nacionalidad rusa y prohibirá que los niños sean acogidos por parejas homosexuales o personas solteras.
Además, permitirá que las autoridades rusas puedan solicitar informes sobre la situación de los menores rusos adoptados por familias españolas, «con independencia de la fecha de constitución de la adopción», según ha informado el Gobierno español. No obstante, se establece que este compromiso se articula en tanto que lo permita la legislación del Estado receptor (España).
La posibilidad de pedir informes sobre los menores dados en opción fue una de las últimas modificaciones que introdujo Moscú durante la negociación del convenio, junto con el compromiso de que las autoridades españolas garantizarán que el menor adoptado sea inscrito en la Matrícula Consular del Consulado de la Federación Rusa que corresponda por su domicilio.
Vigilarán que no se produzca un cambio
Según han informado fuentes oficiales a Europa Press, los informes permitirían a Rusia conocer, por ejemplo, si se ha producido un cambio en su estructura familiar.
En consecuencia, las autoridades rusas podrían solicitar a las españolas que reubiquen al niño en otro entorno en caso de no estar conformes con la información recibida, cuestión que se analizaría caso por caso y ajustándose a la legislación española, para lo que se ha introducido una salvedad en el convenio.
12.000 menores rusos adoptados
Desde hace una década, Rusia se había convertido en el principal país, junto con China, al que acudían las familias españolas para adoptar. Desde 1999 unos 12.000 menores rusos han sido adoptados por familias españolas. Para los niños rusos, también España es uno de sus principales destinos.
En el año 2009, ante informaciones procedentes de países como Estados Unidos que apuntaban a maltrato de menores adoptados en Rusia e incluso tráfico de niños, el Kremlin comenzó a revisar todos sus acuerdos de adopción con el extranjero a fin de garantizar un seguimiento de la situación de los adoptados.
Poco después, llegaron nuevas restricciones. Como Moscú no permite adoptar a homosexuales muchos de ellos iniciaban los trámites como familia monoparental para burlar la prohibición. Para poner freno a esta práctica, prohibió la adopción internacional de niños rusos por parejas del mismo sexo y paralizó todos los procesos iniciados por ciudadanos de países donde se reconoce el «matrimonio» gay, como España.
La medida afectó a alrededor de 600 familias españolas, independientemente de que fueran matrimonios heterosexuales o familias monoparentales las que hubieran iniciado el procedimiento de adopción. De esas 600 familias, a un centenar ya se les había asignado un menor.
Con la firma del acuerdo, España se convertirá en el primer país del grupo al que afectó la nueva legislación rusa en cerrar un convenio de adopción con Moscú que permitirá reanudar las adopciones.
Satisfacción en el gobierno español
En nombre del Gobierno español, una portavoz del Ministerio de Exteriores ha mostrado su «satisfacción» por la próxima firma del convenio, «resultado de un trabajo continuo» entre los departamentos de Exteriores y Sanidad con la parte rusa.
«Esta firma nos acerca al fin de la incertidumbre que han vivido muchas familias que vieron paralizados sus trámites de adopción en los últimos meses», ha señalado la portavoz, que ha subrayado que el Ejecutivo español siempre trató este asunto como «prioritario».
La nueva norma, ha saludado, permitirá «reanudar» los trámites de adopciones «con uno de los principales destinos de las familias españolas que adoptan».
Con respecto a la restricción que el nuevo convenio supone para las parejas del mismo sexo o personas solteras, la portavoz ha señalado que «esa cuestión corresponde a la legalidad interna rusa, que no permite este tipo de adopciones».