(Aleteia/InfoCatólica) La URD, señala una nota de AsiaNews, con cerca de dos mil estudiantes, ofrece cursos de teología y confesiones islámicas y de cristianismo, hinduismo, budismo y judaísmo.
Los estudiantes y profesores estudian los textos fundamentales de las religiones en las fuentes, en su traducción al persa. Hasta ahora publicaron al menos doscientos libros, incluyendo cincuenta volúmenes de fuentes cristianas.
Un complejo y supervisado proceso
El profesor Meftah explica el camino seguido por la traducción del Catecismo: «Cuando empezamos a estudiar otras religiones, nadie se detuvo a estudiar el cristianismo. Necesitábamos una fuente cristiana importante que estudiar, nosotros y nuestros alumnos».
«El profesor Legenhausen, un católico de los Estados Unidos que enseña en nuestra universidad, nos convenció de que el Catecismo es importante para los católicos –continúa-. Así que empezamos a traducirlo para entender más acerca de la fe católica».
«Tradujimos el Catecismo de la versión inglesa, comparándola luego con la versión árabe. Queríamos ser muy precisos -añade-. Por eso necesitábamos que la traducción fuese confirmada y aprobada por el Vaticano. Dimos el libro a un católico italiano, que conoce el persa, quien lo cotejó con el texto original en latín».
«¡Este trabajo tomó nueve meses! –destaca-. Comparó las versiones escrupulosamente y nos dio algunos consejos. Después de esto, algunos de nuestros amigos siguieron revisando la traducción».
«El año pasado quisimos publicar este libro y hablamos con el padre Franco Pirisi [salesiano que lleva décadas en la nunciatura en Teherán], quien nos ayudó a obtener algún tipo de reconocimiento oficial del Vaticano.
Gran conocedor de la lengua persa, después de haber leído todo el libro, nos procuró una introducción del cardenal Jean-Louis Tauran, que él mismo tradujo al persa.
Ahora el libro está listo. Será publicado por la editorial de la Universidad ¡pero con el visto bueno del Vaticano! Fue fundamental pedir el permiso de la nunciatura para publicarlo, pidiéndoles que lo leyeran atentamente. Y ellos confirmaron nuestra traducción».
«Ayudamos a la libertad de expresión de los cristianos»
Según las leyes iraníes, cada Iglesia cristiana tiene derecho a usar su idioma (armenio, caldeo, latín, inglés), pero no la lengua persa, tal vez por temor a facilitar lo que las autoridades llaman «proselitismo». Por esta razón, la Iglesia católica no había podido publicar el libro en el idioma persa.
«De este modo -dice, riendo, el profesor Meftah- ayudamos a la libertad de expresión de los cristianos. No era nuestro principal objetivo, pero es uno de los frutos».
«Para nosotros y para nuestros estudiantes es importante saber más acerca del cristianismo y de lo que los cristianos dicen sobre sí mismos, y no por lo que otros dicen -asegura-. Así podemos eliminar malentendidos, esquemas ideológicos y fomentar el respeto a los demás. Es una medida práctica para fortalecer el diálogo entre nosotros».
La nueva orientación política iraní
Ahmad Reza Meftah y sus compañeros de trabajo señalan que esta actitud de apertura hacia otras religiones no data de hoy, con la llegada del presidente Hassan Rouhani, bien conocido por sus posiciones favorables al diálogo.
«Estábamos preparados para el diálogo, incluso antes del presidente Rouhani, y siempre tratamos de dar pasos por la paz en Irán con otros países y religiones –explica-. Con la llegada de Rouhani tal vez habrá más oportunidades, por lo menos para eliminar algunas limitaciones y malentendidos».
«La relación entre el islam y el cristianismo en Irán -explica- no se puede comparar con la situación de otros países islámicos. Los cristianos en Irán están a salvo [de los ataques] y podemos compartir un propósito común».
«Si nos vemos como amigos no tenemos problemas. Pero si nos miramos como enemigos, con sospecha o indiferencia, si competimos tratando de robar algo, como sucede en otros países, llega el terrorismo –lamenta-. Tratándonos como amigos eliminamos el terrorismo, y se dan pasos hacia la paz».