(EFE/InfoCatólica) El sultán Hasanal Bolkiah, quien gobierna con puño de hierro y ejerce de máximo representante del islam en el país, anunció «con una completa fe y gratitud hacia Alá» la medida, que se introducirá por fases, en una ceremonia celebrada anoche, según el diario ‘Brunei Times’.
El monarca señaló que la ‘sharia’ supone recuperar las leyes islámicas que rigieron en el sultanato hace siglos y que era su «obligación personal» introducir las leyes de Dios.
El nuevo Código Penal
El nuevo Código Penal incluye la lapidación por delitos homosexuales y adulterio; el desmembramiento de extremidades en caso de robo; la pena capital para los blasfemos, los que difamen el nombre del profeta Mahoma y la apostasía; y la flagelación por aborto, entre otras.
Aunque el actual Código Penal contempla la pena de muerte, Brunéi no ha realizado ninguna ejecución desde 1957.
«Esta legislación representa un enorme paso atrás para los derechos humanos en Brunéi (...) y debe ser revocada de manera inmediata», declaró a Efe Rupert Abbott, subdirector de la división de Asia Pacífico de Amnistía Internacional (AI), en un correo electrónico.
AI aseguró en un comunicado emitido este jueves que la nueva legislación devuelve a Brunéi «a una edad oscura» y además prevé restricciones en la libertad de pensamiento, conciencia y religión, y de los derechos de las mujeres.
Primera fase
El nuevo Código Penal, cuya elaboración ha tardado dos años, fue anunciado el pasado octubre por el sultán, que dio un plazo de seis meses para la declaración de la primera fase, la que dispone los castigos menos severos.
Está previsto que en octubre de este año comience la aplicación de la segunda fase, que incorpora los castigos corporales, mientras que las sentencias de ejecución comenzarán en octubre del 2015.
Críticas internacionales
A principios de abril, la oficina de Naciones Unidas para los derechos humanos criticó las duras medidas y manifestó su «profunda condena» sobre la revisión de las leyes.
«Acorde a las leyes internacionales, la lapidación de personas hasta la muerte constituye una tortura, crueldad y trato inhumano, y por lo tanto, está claramente prohibida», señaló Rupert Colville, portavoz del organismo, durante una conferencia de prensa.
«Instamos al Gobierno a retrasar la entrada en vigor y revisar el Código Penal para garantizar el cumplimiento de las normas internacionales para los derechos humanos», sentenció Colville.
Fe musulmana
El nuevo texto, en principio, solo se aplicará a los ciudadanos que profesen la fe musulmana, quienes representan el 70% de la población del sultanato (unos 290.500 bruneanos)
Sin embargo, los seguidores de otras creencias, en su mayoría budistas y cristianos, se han mostrado preocupados por la introducción de las leyes islámicas y los contradictorios mensajes sobre su aplicación.
«Muchas de las disposiciones del Código Penal imponen severas restricciones a los derechos a la libertad de pensamiento, conciencia y religión que dejará a las minorías religiosas expuestas a la severidad de las autoridades», remarca a Efe el subdirector de Amnistía Internacional.
Bajo las nuevas medidas, los no musulmanes tienen prohibido utilizar 19 palabras islámicas, incluido ‘Alá’, y será sancionadas la impresión, divulgación, difusión y la distribución de las publicaciones contrarias a la enseñanza islámica.
Ropa ‘indecente’ y alcohol
El delito por vestir ropa clasificada como indecentes acarreará una pena de hasta seis meses de cárcel, por «ensuciar la imagen del islam, corromper los estándares morales, causar una influencia negativa o molestar a la población».
El consumo de alcohol en lugares públicos ya se encuentra prohibido en todo el país y se castiga con hasta los dos años de prisión.
Brunéi introdujo leyes de la sharia por primera vez en 1996 y cuenta con un sistema jurídico doble que combina los tribunales civiles, basados en las leyes británicas -el sultanato fue protectorado británico hasta 1984-, y los islámicos, que actualmente se limitan a asuntos familiares y personales.