(Fides) El P. Aurelio subraya que «la sociedad civil no ha tenido nunca un control real de las ayudas y por lo tanto nunca ha visto el color de este dinero». La mayor parte de los fondos destinados a ayudar a las personas devastadas por la guerra civil termina, según el misionero, «en los bolsillos de las personas que no tienen ningún derecho a ello».
La ayuda militar no es desinteresada
El p. Aurelio también lamenta que las fuerzas internacionales desplegadas en Centro-áfrica para poner fin a la violencia no tienen una estrategia común, y no se han creado sinergias entre sus distintos componentes.
En el país, de hecho, están presentes los militares franceses de la operación Sangaris y los africanos de la Misca, pero los africanos sospechan que estas tropas, en lugar de defender a la población local, están encargados sobre todo de la protección de los intereses económicos de los respectivos países. Centro-áfrica es rica en recursos minerales aún sin explotar en gran medida.