(Agencias/InfoCatólica) De esta manera, ha denunciado que el dinero que tienen los mafiosos está «ensangrentado» porque proviene «de negocios sucios y crímenes mafiosos» y les ha advertido de que no podrán llevarlo a la otra vida, al tiempo que ha prevenido de que esa vida que llevan los mafiosos no les dará «alegría», ni «placer». «Estáis a tiempo de no terminar en el infierno», ha exhortado.
Por otro lado, ha recordado el asesinato esta semana a balazos de un niño de cuatro años junto a su madre, en un ajuste de cuentas entre mafia, en Taranto, provincia de Puglia. Un crimen en el que «no tuvieron piedad ni de un niño», según ha lamentado el Pontífice, que ha reclamado fuerza para seguir adelante y continuar luchando contra la corrupción.
Emocionado
Visiblemente emocionado, El Santo Padre ha compartido con los presentes un sentimiento de esperanza y ha expresado su deseo de que «poco a poco el sentido de la responsabilidad venza sobre la corrupción». Así, ha remarcado la esperanza de que un día «la justicia» tome el puesto de la «inequidad».
En esta vigilia, en la que se han leído los nombres de las 842 personas asesinadas por la mafia en Italia, para rememorar de manera solemne a cada uno de ellos, el Papa ha agradecido a los familiares su «esperanza» y que no se hayan «cerrado», sino que se hayan «abierto» para contarlo.
Primera reunión de un Papa con víctimas de la Mafia
Por primera vez en la historia de la Iglesia, el Papa ha recibido a 700 familiares de personas asesinadas por la mafia, reunidas por esta asociación italiana y les ha mostrado su cercanía y solidaridad a pesar no poder estar con ellos físicamente.
La asociación Libera fue fundada en 1995 por el sacerdote Luigi Ciotti, tras el asesinato de los jueces de la Fiscalía antimafia siciliana Giovanni Falcone y Paolo Borsellino, para luchar contra la cultura de muerte que imponen las asociaciones mafiosas en Italia –Cosa Nostra en Sicilia, Ndrangheta en Calabria y Camorra en Campaña– y para implicar a la sociedad civil en la promoción de la justicia.