(Luis F. Pérez/InfoCatólica) Mons Ricardo Blázquez ha explicado que asume esta nueva responsabilidad partiendo de las convicciones más profundas que rigen su vida: «La fe cristiana, el ministerio apostólico y el servicio a todos los hombres y mujeres de la sociedad».
El nuevo presidente de la CEE ha agradecido «el servicio muy largo que ha prestado a nuestra Iglesia en España, y seguirá prestando, el cardenal Rouco», presidente saliente. Ha recordado que fue su obispo auxiliar en Santiago de Compostela, aunque su amistad personal se remota a su etapa como profesor de la Universidad Pontificia de Salamanca, cuando el cardenal Sebastián era el rector y el cardenal Rouco el vicerrector.
Tras afirmar el deseo de que la Iglesia en España camine en comunión espiritual y afectiva con el Papa Francisco, Mons. Blazquez ha manifestado la «impresión extraordinaria» que han tenido los obispos durante la Visita ad Limina. «Era el encuentro entre el hermano mayor con los hermanos menores... El Papa Francisco tiene la gracia de enseguida abatir las barreras invisibles que pueden crearse con nosotros... Enseguida muestra un rostro cercano, espontáneo»
El presidente de la CEE cree que una de las características más destacadas de este pontificado es que «desde el principio ha manifestado como el amor de Dios se tiene que manifestar con amabilidad».
Sin programa personal
Preguntado por los periodistas, Mons. Blázquez ha asegurado que de cara a su presidencia «no tengo programa personal. Deseamos convertir en tema de reflexión las prioridades apostólicas que el Papa nos viene mostrando. Entre todos lo diseñaremos».
El arzobispo de Valladolid ha afirmado que «nuestra sociedad, y nosotros, necesitamos que se nos anuncie diariamente el evangelio». Ha recalcado que hay que «profundizar en las raíces de la esperanza. Hay motivos para la esperanza».
No es lo mismo la fe que la increencia
El prelado ha explicado que «hemos sido creados a imagen y semejanza de Dios y llevamos en nuestro interior una querencia hacia Dios». «Podemos desplazarlo, ha constatado, pero a lo largo de la vida van surgiendo las interrogaciones que nos llevan de nuevo a Él». «Nos viene muy bien a las personas creer en Dios. No es lo mismo la fe que la increencia», ha sentenciado.
Además ha recordado que «el evangelio siempre coloca a los pobres en su corazón. Queremos transmitir el evangelio desde la sintonía con el corazón de Dios... La Iglesia es una casa con puertas abiertas, especialmente para los indigentes».
En relación al papel de los periodistas, don Ricardo ha asegurado que «valoramos vuestro trabajo y queremos facilitarlo».
Imitar a Cristo, no otras formas de comportamiento
Preguntado con evidente tendenciosidad por una periodista de la Sexta sobre cuál será su perfil como presidente y si se acercará más al del Papa que al del cardenal Rouco, el nuevo presidente de la Conferencia Episcopal ha respondido: «Nosotros debemos imitar a nuestro Señor y no otras formas de comportamiento». A su vez, ha constatado que «cada uno tenemos nuestra personalidad» y de la misma surgirá su propio perfil.
Igualmente ha recordado que el cardenal Rouco siempre se ha atenido a los documentos de la CEE, que se preparan y publican tras mucho debate. No es una tarea específica del presidente sino de todos los obispos.
Por último, el presidente de la CEE ha asegurado que la misión de la Iglesia es «transmitir la fe en esta generación, a la que llega y a los que se despiden de la vida. La evangelización es siempre la dicha de la Iglesia. Y desde ella hay luces para toda la sociedad... En el evangelio aprendemos a adorar a Dios y a servir a los demás».