(Fides) La propuesta de eliminar de golpe las prerrogativas jordanas de los lugares santos musulmanes en Jerusalén, consagradas por el tratado de paz firmado entre Israel y el Reino Hachemita en 1994, en particular las de la explanada de las mezquitas, ha sido lanzada por Moshe Feiglin, líder de una facción del Likud, de línea dura que combate la solución de «dos pueblos y dos estados», reivindicando la soberanía israelí plena y exclusiva sobre la explanada de las Mezquitas y también patrocina la anexión a Israel de los territorios palestinos de la West Bank y la Franja de Gaza.
«El voto del parlamento jordano», explica a la Agencia Fides el arzobispo Maroun Laham, vicario patriarcal para Jordania del Patriarcado Latino de Jerusalén «no me sorprende. Aunque los dos países firmaron un tratado de paz, fue un acuerdo entre los líderes políticos, y no entre los pueblos. El voto del parlamento jordano es un gesto demostrativo, para dejar claro a Israel que hay una línea roja que no puede ser violada». Además, añade,
«la propuesta presentada a la Knesset sólo tiene el efecto de aumentar la tensión entre Israel y los musulmanes que viven en países de nuestro entorno. Como ocurre con las incursiones provocadoras por extremistas israelíes en la Explanada de las Mezquitas con el apoyo del ejército. Los israelíes conocen la sensibilidad de los musulmanes y los cristianos, sobre la cuestión de los Lugares Santos. Ahora que hay un proceso de paz en curso, me pregunto cuál es el significado de actos de provocación como estos. Más bien, es necesario llevar a cabo actos de verdadera reconciliación».