(Fides) Varios hombres en uniforme militar llegaron en algunos vehículos, asaltaron las tiendas y, después de haber cometido la masacre, huyeron hacia el bosque.
Borno es uno de los tres estados del norte de Nigeria, donde en mayo se impuso el estado de emergencia con el fin de facilitar las operaciones militares contra Boko Haram. Sin embargo, las formaciones guerrilleras han continuado sus acciones.
«Lamentablemente, las autoridades no han logrado cumplir con su tarea de garantizar la paz y la seguridad a los nigerianos en todas las áreas del país», afirma Mons. Kaigama. «A pesar de los importantes esfuerzos y recursos invertidos para combatir estos grupos fanáticos, los políticos y los militares nigerianos aún no han logrado llegar al fondo del problema».
El Arzobispo de Jos cree que «es necesario ir a la raíz del fenómeno». «Creo que hay grupos externos a Nigeria que ofrecen una asistencia sofisticada a las formaciones radicales de Nigeria, o que están dentro de la propia Nigeria; la simpatía por estos grupos, o incluso por personas concretas, hacen posible que sigan estos ataques, al pasar información o de otros formas», concluye Mons. Kaigama