(Aica) El Papa destacó que, además del diálogo, judíos y cristianos «pueden actuar juntos para la construcción de un mundo más justo y fraterno».
«En modo particular -precisó- el común servicio a favor de los pobres, marginados y sufrientes». Deber, agregó, que nos ha confiado Dios y que se funda en las Sagradas Escrituras.
El Papa recordó también la importancia de transmitir a las nuevas generaciones «el patrimonio de conocimiento recíproco, de estima y de amistad construido en estos años gracias también al empeño de asociaciones como la de ustedes».
«Espero que el tema de las relaciones con el hebraísmo se mantenga vivo en los seminarios y centros de formación de los laicos católicos y así como confío también que, en las comunidades hebreas, crezca el interés por el conocimiento del cristianismo», subrayó.
Por último, el Santo Padre recordó su próximo viaje a Tierra Santa y pidió que recen por él, para que este viaje «dé frutos de comunión, esperanza y paz».