(Fides/InfoCatólica) Al referirse a las fuerzas de paz ya desplegadas en el país de los estados africanos vecinos, el arzobispo de Bangui dice que «hasta ahora las fuerzas de la Unión Africana no han sido capaces de proporcionar esto. Tenemos la oportunidad de prevenir un deterioro rápido de la violencia. El costo de la demora es incalculable».
La fuerza africana, conocida por el nombre de FOMAC, hasta el momento ha desplegado en el país unos 2.200 soldados, insuficientes para garantizar la seguridad de un territorio tan extenso. La FOMAC según lo previsto por un proyecto de resolución del Consejo de Seguridad de la ONU debe convertirse en una fuerza de las Naciones Unidas, la MISCA, aumentada a 3.600 hombres. «Si bien estamos aliviados de que la comunidad internacional finalmente este prestando atención a la República Centroafricana, las expectativas de la gente son mucho más altas», dice Mons. Nzapailanga.
«¿Cómo puede una fuerza mal equipada y limitada a sólo 3.600 hombres imponer la paz y la seguridad en un país tan vasto como dos veces y media el Reino Unido? Se debe considerar cuidadosamente la propuesta hecha por el Secretario General de las Naciones Unidas para aumentar el número de tropas a por lo menos 9000 unidades», concluyó el arzobispo.
Mientras tanto ha comenzado el despliegue de tropas adicionales que Francia ha decidido enviar al país en apoyo a los ya presentes en Bangui. París tiene la intención de desplegar un total de un millar de hombres en Centro-áfrica avalados por una resolución especial de la ONU que la diplomacia francesa ha presentado en el palacio de cristal para ser aprobada por el Consejo de Seguridad.