(Proceso/InfoCatólica) De acuerdo con el procurador de Justicia de Veracruz, Amadeo Flores Espinoza, esta tarde fueron detenidas cuatro personas que podrían estar vinculadas con el homicidio de los prelados, uno de los cuales fue asesinado con arma blanca y, el otro, por asfixia. El funcionario estatal explicó que los primeros datos que se tienen arrojan que los integrantes de la Iglesia católica habrían sido ejecutados en el interior de la casa parroquial, ubicada a unos cuantos metros del Palacio Municipal y de la comandancia policíaca.
«Ya se integró un grupo especial de agentes investigadores para el esclarecimiento total de los hechos. Las cuatro personas detenidas ya están rindiendo su declaración ante el Ministerio Público», subrayó el fiscal a través de un comunicado.
Por separado, la Diócesis de Tuxpan, Veracruz, señaló que los sacerdotes fueron encontrados sin vida en el «curato» de la iglesia. «Con profunda pena comunicamos la información recibida por parte del padre Humberto Arce: Los padres de la parroquia de San Cristóbal en Ixhuatlán de Madero, Veracruz, (…) fueron encontrados hoy en la mañana, asesinados en el curato», puntualizó en un comunicado. El padre Hipólito tomó posesión de la iglesia de San Cristóbal Ixhuatlán el 3 de diciembre de 2012, y ese mismo año arribó a esa parroquia el vicario Nicolás Cruz.
Oleada de ataques a sacerdotes
El pasado 15 de octubre, el obispo de Apatzingán, Michoacán, Miguel Patiño Velásquez, hizo pública una carta en la que indicó que el crimen organizado se ha apoderado de alcaldías y ha corrompido a policías. En esa misma misiva, el prelado dio su voto de confianza a las autoridades, para acabar con el flagelo de la inseguridad, pero cuestionó los pocos resultados obtenidos hasta ahora. Además, el pasado 31 de octubre encabezó una peregrinación para pedir por la paz en el municipio. El hecho ocasionó diversas reacciones, entre ellas que el obispo fuera resguardado por elementos militares en las instalaciones de la XLIII zona militar, ante un inminente ataque del crimen organizado.
En este sentido, el párroco encargado de la catedral de Apatzingán, Salvador González, dio a conocer que al menos siete párrocos de la región urbana de ese municipio han sufrido amenazas y presiones por parte de grupos del crimen organizado. En la misiva, Patiño Velásquez señaló que aunque se trata de comunidades pequeñas y se sabe quiénes son los delincuentes, nadie ha hecho nada. Las autoridades posiblemente saben dónde están los criminales, pues «no es asunto de ahora ni es misterioso», afirmó.
En Tamaulipas, el párroco Carlos Ornelas Puga desapareció desde el pasado domingo 3 y hasta ahora nadie sabe su paradero. De acuerdo con un vocero de la Iglesia católica de la entidad, el cura asignado a la Diócesis de Ciudad Victoria fue privado de su libertad por un grupo de hombres armados cuando terminó de oficiar una misa en el municipio de Jiménez. Las autoridades tamaulipecas, añadió, ignoraron la denuncia interpuesta ante la Procuraduría General de Justicia del estado, y fue hasta cuatro días después del plagio cuando decidieron actuar. Relató que el 7 de noviembre un convoy de policías estatales fue enviado a la localidad para investigar el hecho, pero los uniformados cayeron en una emboscada.
En otro hecho, el clérigo Santiago Álvarez Figueroa desapareció el pasado 27 de diciembre cuando se dirigía a la comunidad de Paredones, en el municipio de Jiquilpan, Michoacán, tras haber oficiado una misa. Las autoridades han descartado que la desaparición del religioso haya sido producto de algún accidente automovilístico e incluso él y el vehículo en que viajaba han sido buscados en carreteras y barrancas de la zona, sin ningún resultado. Tras la desaparición del cura, la Diócesis zamorana detalló que la última vez que se supo del sacerdote fue el 27 de diciembre, al filo de las 21:00 horas, cuando se comunicó vía telefónica con una monja para decirle que se dirigía a Paredones por la carretera federal, en donde se perdió todo rastro.
Ante esta situación, religiosas, sacerdotes, familiares y fieles de la región de Jiquilpan y Jacona se han organizado para intentar dar con el clérigo. Además, fue interpuesta una denuncia penal ante la Subprocuraduría Regional de Zamora, que investiga la desaparición, sin ningún avance hasta el momento.
En el gobierno de Felipe Calderón fueron asesinados 12 sacerdotes, alrededor de 162 fueron amenazados de muerte en un solo año y aproximadamente mil fueron víctimas de extorsión, según un estudio elaborado por la Iglesia católica, titulado: «Creciente agresión contra sacerdotes en México». Manuel Corral, vocero de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), el máximo organismo de la jerarquía católica, comentó con preocupación: «Los grupos del crimen organizado buscan amedrentar a todos. Ya tienen bajo su control a muchas autoridades gubernamentales y policiacas. Ahora intentan doblegar a las autoridades eclesiásticas, a todo religioso que pueda tener cierto liderazgo».
Las entidades con mayor incidencia de crímenes contra sacerdotes son el Distrito Federal, Chihuahua, Guerrero, Jalisco, Oaxaca, Veracruz, Michoacán, Hidalgo, Aguascalientes, Coahuila y Puebla.