El gobierno de España retirará las cuchillas de las vallas de Ceuta y Melilla solo si se encuentra un sistema alternativo

Desde luego que el sistema de las cuchillas no es ciertamente lo mas feliz ni lo mas popular, pero junto a esto habría que afirmar otras cosas que no se dicen:

- No se puede pasar de un país a otro de forma ilegal y de forma masiva. (por ejemplo, para entrar en USA te miran con lupa).

- ¿Qué hacen en España tantos inmigrantes sin trabajo si no hay para todos? ¿mendigar? ¿vagar por las calles para acabar delinquiendo? Muchos ya vuelven a sus países por la crisis económica que hay aquí.

- ¿Se toma en serio el gobierno de Marruecos el control de sus fronteras? Porque parece que el problema es solo de España, da la impresión de que a Marruecos le va bien que se largue la población pobre porque así no tienen problemas de estallido social.

- Por supuesto que hay que ser acogedores, pero hace falta un control social, personas que vengan a trabajar con contratos o perspectivas de trabajo mas o menos seguro.

Todos aquellos que están en contra de las cuchillas que metan en sus casas a todos los inmigrantes que pasan de cumplir nuestras leyes para venir a nuestro pais.

Josafat, no seas demagogo. El hambre solo se erradica enseñando a cazar, pescar y recolectar.

Señor ministro (lo de señor es porque me han enseñado a ser educado), yo quisiera preguntarle una cosita, solo una.

¿Si le propusieran, como medio "disuasorio" el de enseñar a los inmigrantes a practicar una adecuada agricultura y ganadería aceptaría?

Y fijese que solo hago una pregunta. Podría hablar de lo que ustedes (sí, los gobernantes de los países "avanzados") hacen en África, pero claro, eso a usted no le importa. Solo le importa como disuadir a gente que está pasando hambre (por culpa nuestra) de venir a Europa.

Menos demagogia y más acabar con el hambre de verdad. Que con mandar un dinerito, como quien regala un bocadillo, no se acaba ni con el hambre ni con la pobreza.

Ya puestos el que las vallas sean tan altas es también un peligro, deberían ser más bajitas de manera que si se cae alguien intentando cruzar no se haga daño; los policías encargados de custodiar las fronteras deberían ir equipados con armas no letales como almohadones...

Estamos perdiendo el norte, la manera de ayudar a los que están dispuestos a saltar vallas con cuchillas no es facilitarles la labor, es crear las condiciones para que no tengan que irse de sus países. ¿Cómo? De momento se me ocurre acabar con las políticas agrarias europeas (¿qué es eso de subvencionar a una gente para que pueda mantener un nivel de vida alto compitiendo en precio con productores del tercer mundo?), abrir los mercados para que los productores del tercer mundo puedan competir, no enviar ayudas que "des-ayuden" (como ropa o cualquier otro bien que pueda ser producidos allí)...

Sí, victor, pero ¡cuánto tiempo les lleva a algunos aprender a cazar, pescar y recolectar!

Lo de siempre, las cuchillas las puso el PSOE, y ahora pregunta al PP qué pasa.
Si puede entrar el que sea, se alimentan las mafias que abusan de las personas. Vendría un millón de personas por lo pronto, para sumarse a la miseria de tantos.
Los refugiados políticos y perseguidos por ser lo que son, pueden ser acogidos, y esos son inmensidad ya. Pero en general y como sea, no. En fin, y la miseria y el drama de esos países sin acabar, y eso sigue igual y no se mueve un dedo para limarlo, los misioneros sí lo hacen, y algún que otro voluntario bien intencionado. Y eso es todo.

Si Europa quisiese, en 24 horas se acaba todo este desaguisado de la emigración ilegal; mientras: cuchillas, vallas, pateras, servicios sociales, mafias, corruptelas políticas, miserias... y MUERTE.

Las cuchillas están porque hay gente que se ve en la penosa necesidad de abandonar su país. El mayor problema lo tiene Marruecos, no España.

Creo que estoy de acuerdo con victor y con Juan Mariner.

Hay que proporcionar a los más desfavorecidos (inmigrantes o nativos de un mismo país) los medios para que puedan obtener sus propios alimentos, y ello contribuirá a que pueda erradicarse el hambre y la miseria. Y, si ello no es posible, hay que ser caritativos. El dinero que dedicamos a nuestros placeres hedonistas o a vivir como maharajás deberíamos dedicarlo a obras de caridad, y probablemente algunos de los primeros que deberían dar ejemplo son los políticos, pues se supone que ellos ganan mucho o bastante dinero (al menos los miembros del Gobierno y los diputados y senadores estatales).

La utilización de vallas protectoras, cuchillas, etc. nos indica claramente que no somos capaces de considerar a los demás como hermanos nuestros, es decir, hijos de un mismo Dios Padre que nos ama a todos incondicionalmente y quiere nuestra salvación eterna y nuestro bienestar. Muchas veces hacemos oídos sordos, y parece que no somos capaces de ver en nuestros prójimos, sean inmigrantes o no, a nuestros hermanos.

Dios nos pedirá cuenta algún día de todos estos desaguisados y de todas nuestras faltas de caridad. No lo dudemos.

Un Estado tiene el derecho, si no el deber de velar por sus ciudadanos... tiene derecho ha establecer un orden y controlar la migración... A veces confundimos el ser acogedor con lo de ser tontos... Es verdad que hay gente huyendo de la más profunda miseria, pero no por ello se debe abrir las puertas de España y empeorar la situación de todos... Sus propios países se desentienden de ellos... sus gobernantes ricos y ellos pobres...
Una cosa es compartir lo que tengo, pero sacar de la boca de mis hijos para dárselo al hijo del vecino no corresponde a la justicia...
Además, quitemos las vallas y enviamos a los guardias a sus casas, para qué dificultar entonces el acceso de los inmigrantes ilegales a nuestras tierras?