(ACi/InfoCAtólica) Mons. Lazzari dirigirá un vicariato con una población de 143.000 habitantes, de los cuales 139.000 son católicos.
El Vicariato se encontraba gobernado temporalmente por su Administrador Apostólico Mons. Paolo Mietto, luego de una tensa situación generada entre fines de 2010 e inicios de 2011 tras la renuncia de su obispo saliente, el carmelita español Gonzalo López Marañón.
El Vaticano aceptó la renuncia de Mons. López el 30 de octubre de 2010 por límite de edad, y se designó como Administrador Apostólico al P. Rafael Ibarguren Schindler, miembro de los Heraldos del Evangelio.
La decisión de darle la Administración del Vicariato a los Heraldos fue entonces cuestionada por Mons. López, algunos carmelitas y fieles motivados por ellos, lo que generó enfrentamientos y medidas de fuerza en Sucumbíos como el cierre de algunos templos y la ocupación de la Catedral de Nueva Loja.
Eventualmente, estas tensiones ocasionaron que los carmelitas anunciaran su retiro del Vicariato, mientras que los Heraldos pusieron el cargo del P. Rafael Ibarguren a disposición de las autoridades eclesiásticas.
Semanas antes de que se anunciara el cambio en 2010, el cardenal Iván Dias, entonces Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, que supervisa los vicariatos apostólicos al ser tierras de misión, envió una carta a Mons. López, en la que le criticó la «visión pastoral» que desarrolló el Prelado en Sucumbíos.
«La visión pastoral llevada adelante por usted no siempre era conforme con la exigencia pastoral de la Iglesia por lo que el nuevo Administrador Apostólico tendrá que organizar el Vicariato e implantar de manera diferente todo el trabajo pastoral».
El cardenal Dias también dijo al Obispo López que «la Congregación considera oportuno que después del nombramiento del nuevo Administrador Apostólico Vuestra Excelencia deje el Vicariato, trasladándose a un lugar diferente, si fuese posible a su país de origen».
Desoyendo el mensaje del Cardenal Dias, el Obispo López Marañón no solo se quedó en Sucumbíos, sino que organizó un «ayuno de la reconciliación» que duró 24 días y que solo terminó con la intervención del Presidente de la Conferencia Episcopal de Ecuador, Mons. Antonio Arregui, llamando al diálogo.
Con el nombramiento de Mons. Celmo Lazzari como nuevo Vicario Apostólico hoy, el Papa Francisco cierra definitivamente el capítulo para la crisis pastoral en Sucumbíos.