(EP) «Episcopado, en realidad, es el nombre de un servicio, no de un honor. Al obispo le compete más el servir que el dominar, según el mandato del maestro –el más grande entre vosotros se convierte en el más pequeño y el que gobierna, en el sirviente–», ha indicado para repetir: «Siempre en servicio».
Además, ha insistido en la importancia de rezar para un obispo pues, según ha precisado, un obispo que no ora es un obispo «a medio camino» y «si no reza al Señor termina en la mundanidad». También les ha exhortado a «amar» a los presbíteros y diáconos que son sus «colaboradores, los más próximos» y les ha pedido que «nunca hagan esperar a un presbítero en audiencia». «Respondan inmediatamente», ha añadido.
Asimismo, ha recordado a los nuevos obispos que deben «amar a los pobres, a los indefensos y a cuantos tengan necesidad de ser acogidos y ayudados».