(El Tiempo/InfoCatólica) «La posición de la Iglesia frente a los casos de pederastia cometidos por sacerdotes y miembros de la Iglesia es perfectamente clara: tolerancia cero», dijo el cardenal Rubén Salazar al invitar a denunciar, ante las autoridades civiles y eclesiásticas, cuando se conozca algún caso de abusos sexuales cometidos por religiosos.
Estas declaraciones las hizo el cardenal colombiano en una rueda de prensa en la que los periodistas le preguntaron sobre la columna del periodista Daniel Coronell, en la revista ‘Semana’, en la que denuncia que los sacerdotes Jaime Alonso y Carlos Fernando Vásquez Bustamante –hermanos- habrían abusado sexualmente de un joven durante 16 años, en San José del Guaviare.
Según Coronel, el joven denunció penalmente ante la Fiscalía al padre Jaime, actualmente representante a la Cámara, con pruebas que incluyen un preservativo, audios y videos. En su columna, Coronel relata que el joven empezó a ser abusado por ese sacerdote desde los 13 años, y que más tarde fue entregado como «regalo sexual a su hermano Carlos Fernando con motivo de su ordenación sacerdotal y desde ese momento, según Francisco, los padres se lo han turnado».
No hay denuncia ante la autoridad eclesial
Al respecto, el cardenal Salazar lamentó esta situación y afirmó que hasta el momento el obispo de San José del Guaviare, Mons. Francisco Nieto, no ha recibido denuncias sobre dichos sacerdotes, que pertenecen a su jurisdicción eclesiástica. Sin embargo, fue enfático al señalar que le corresponde a la Fiscalía determinar si son culpables o no, según las respectivas denuncias, mientras se da inicio a las investigaciones de orden eclesiástico. «El silencio ahí se hace realmente trágico y cómplice de un verdadero desastre», dijo.
Sobre el padre Jaime, el cardenal aclaró que se encuentra suspendido de su ministerio sacerdotal desde el momento en el que se convirtió en representante en la Cámara, «pues es incompatible ejercer el ministerio sacerdotal con un puesto político».
En el caso de que se compruebe la responsabilidad de dichos sacerdotes, añadió Salazar, deberán pagar con toda el rigor que impone la ley. Desde la Iglesia, la pena consistiría en la suspensión a divinis y la reducción al estado laical.
Denunciar siempre los abusos
Salazar insistió en el llamado a denunciar los casos de abuso sexual contra niños, no solo los cometidos por sacerdotes sino por otro tipo de personas.
«Tenemos que denunciar, poner a la vista estos crímenes, no solo en los casos que se puedan producir en el interior de la Iglesia sino en los que se producen permanentemente en la vida del pueblo colombiano. Desafortunadamente en Colombia hay un absoluto desconocimiento de los derechos de los niños y jóvenes, y en este campo de los abusos sexuales hay cosas realmente lamentables», concluyó.