(EFE/InfoCatólica) El vicejefe administrativo de Pesháwar, Zahirul Islam, confirmó el número de víctimas en declaraciones recogidas por la emisora estatal Radio Pakistán, y dijo que es probable que esta cifra aumente en las próximas horas. El funcionario precisó que los terroristas entraron en la iglesia cuando los fieles estaban concluyendo la oración y activaron las cargas explosivas que portaban adheridas a sus cuerpos. En el momento del ataque había entre 600 y 700 feligreses en el lugar, según una fuente oficial citada por el rotativo The Express Tribune.
Las fuerzas de seguridad han acordonado el área y los heridos han sido trasladados al hospital Lady Reading, el más importante de la urbe, donde se ha declarado el estado de emergencia. De acuerdo con algunos medios locales, entre las víctimas hay varias mujeres y niños.
Los atentados y otros sucesos violentos son algo constante en esta provincia, que limita con el cinturón tribal fronterizo con Afganistán, un territorio que nunca ha estado bajo completo control del Estado y que alberga a facciones talibanes y grupos yihadistas.
En un comunicado, el primer ministro paquistaní, Nawaz Sharif, se mostró «conmocionado» por el ataque y afirmó que «los terroristas no tienen religión» y que «atacar contra gente inocente va contra las enseñanzas del islam y de cualquier fe». Sharif ha mostrado en las últimas semanas una postura de acercamiento hacia los talibanes paquistaníes y otros grupos afines. El pasado día 9, una conferencia multipartita organizada por su Gobierno acordó ofrecer a los insurgentes iniciar un diálogo para poner fin a la violencia, pero todavía no ha comenzado ninguna negociación formal.
Pakistán es oficialmente una república islámica, creada en 1947 tras independizarse del Imperio Británico como una patria para los musulmanes del subcontinente indio. Actualmente y según datos oficiales no actualizados desde hace más de una década, cerca del 97 % de los más de 180 millones de habitantes del país son musulmanes, mientras que los cristianos no suponen ni siquiera el 2 % de la población.