(Aleteia) La pasada protestas callejeras en Brasil, contra el alza del transporte y a favor de un mejoramiento sustancial en la educación –protestas que dejaron al menos cinco personas muertas–hicieron que el gobierno y el Congreso brasileños fueran drásticamente a la baja.
Una encuesta encomendada por la Confederación Nacional del Transporte (CNT) y que fue realizada del 31 de agosto al 4 de setiembre, con poco más de dos mil entrevistas (un margen de error de 2.2 puntos porcentuales», mostró que el Congreso es la institución que menos confianza genera en Brasil: apenas 14 por ciento de los brasileños confía en este organismo «siempre» o «la mayoría de las veces», contra una mayoría de 51 por ciento que no confía «nunca» y 33 por ciento apenas confía «pocas veces».
El gobierno que encabeza Dilma Rousseff sale un poco mejor evaluado, aunque no para echar campanas a vuelo: apenas 17 por ciento de los encuestados confían en el gobierno siempre o la mayor parte de las ocasiones, pero un 40 por ciento dijo que nunca confía en él. Las huellas de las protestas callejeras de julio pasado, mientras se celebraba en Brasil la Copa de Confederaciones de Futbol, son evidentes y no solamente en el gobierno federal, sino en los gobiernos estatales y municipales.
Nivel de confianza
La justicia recibe la confianza de 28 por ciento de los brasileños, la prensa 35 por ciento y las fuerzas armadas el 53, 5 por ciento. En los pueblos de Iberoamérica, no obstante el Ejército haya ocupado muchas veces el poder político a la fuerza, los militares siguen siendo bien evaluados, y Brasil no ha sido la excepción. Como tampoco lo ha sido con respecto a la Iglesia católica, echando por tierra los augurios de que la Iglesia brasileña estaría sufriendo una sangría profunda de fieles que se pasan a otras confesiones cristianas o, incluso, a sectas.
Dos de cada tres confían en la Iglesia
La Iglesia católica brasileña es la más favorecida en la opinión de los entrevistados y, con el margen de error arriba descrito, de la población del Brasil. Entre el 61 y el 65 por ciento de los brasileños confían siempre o casi siempre en la Iglesia, mientras que un escaso 12 por ciento dijo no confiar en ella nunca.
La encuesta muestra cierto favor de los brasileños a candidaturas políticas de religiosos, pues 38.7 por ciento las aprueba, mientras que 28.5 por ciento votaría por un candidato o candidata que les fuera inducido por líderes de su Iglesia, aunque un 66 por ciento no lo haría. El 65.4 por ciento de los entrevistados se declaró católico, 21.1 por ciento evangélico y 3.7 por ciento, espiritista.