(Rafael P. Unquiles/Abc - Fides) Cientos de templos musulmanes pueblan la geografía de Ras Al Khaimah, el último territorio que se incorporó a Emiratos Árabes Unidos allá por 1971. Está situado al norte, en la frontera con el Sultanato de Omán, justo en el Estrecho de Ormuz, en pleno Golfo Pérsico. El cálculo que hacen los vecinos del lugar es que por cada diez viviendas existe una mezquita. En las horas de oración el eco de la voz que el almuecín lanza desde los alminares se repite por todos los rincones de la ciudad. Y el Ramadán es especialmente duro. Hay quien dice que como en Arabia Saudí.
Esta situación no ha impedido que la Iglesia Católica haya logrado inaugurar en honor de San Antonio de Padua la mayor parroquia que actualmente se levanta en Emiratos. El mérito hay que adjudicárselo a los diez mil católicos que habitan en la zona (un 2,5 por ciento de sus 263.000 habitantes) y especialmente al padre Thomas Ampattukhuzi, un humilde sacerdote indio que cada tarde, incluso en época de vacaciones, logra reunir en misa a cientos de personas en la pequeña iglesia donde actualmente lleva a cabo las celebraciones, fundamentalmente compatriotas del reverendo y filipinos.
Todos comulgan. Todos se confiesan. Todos rezan. Todos cantan. Antes de entrar en la parroquia, fieles a sus tradiciones, los feligreses se descalzan. Y llegado el momento de la consagración, también todos se arrodillan. Incluso los impedidos. Y ello ocurre en un emirato profundamente islámico donde las mezquitas ocupan espacios hasta en los edificios de las empresas, en los centros comerciales y en las gasolineras. «No hay que olvidar que estamos en tierras árabes», asegura el padre Thomas para destacar la dificultad del proyecto.
La inauguración, un gran acontecimiento
El sacerdote se muestra orgulloso del logro; de que los católicos de Ras Al Khaimah hayan aportado los recursos necesarios para construir una parroquia que puede acoger a más de dos mil personas. «Y muchas veces se llenará», subraya. Fundamentalmente los viernes, el día de fiesta musulmán, que por cuestiones de descanso laboral ha tomado el relevo del domingo cristiano en Emiratos.
En Emiratos Árabes Unidos, que cuenta con una población de cinco millones de personas, existen hoy siete iglesias católicas. Además de en Ras Al Khaimah hay dos templos en Dubái y uno en Al Ain, Sharjah, Fujeirah y Abu Dhabi, donde actualmente se construye otro. De momento son dos los emiratos que no cuentan con parroquias: Ajman y Umm Al Quwain. El Obispo Paul Hinder declaró:
«La visita del cardenal Filoni y la consagración de una nueva iglesia es un evento muy importante para nuestra Iglesia local, compuesta por todos los fieles extranjeros, especialmente asiáticos, muchas veces, trabajadores humildes, pero con una fe profunda». El Vicariato de Arabia del Sur incluye cerca de 2,5 millones de católicos de más de 90 nacionalidades, especialmente asiáticos, principalmente de Filipinas, India, Sri Lanka, Bangladesh, Pakistán.
A la parroquia de San Antonio de Padua, tras su inauguración oficial, sólo le restan unos días para entrar definitivamente en servicio. Está totalmente equipada, en perfecto estado de revista y limpia como una patena. Lo único que se resiste es un problema eléctrico. Pero el padre Thomas confía en que, si ha sido posible levantar semejante templo en el corazón de la tierra de Alá, también se pueda superar a corto plazo este último y pequeño obstáculo.
«La visita del Cardenal Filoni ha sido un estímulo muy fuerte para toda nuestra Iglesia local y una fuente de gran consuelo para mí, Obispo, y para los fieles»: es lo que declara a la Agencia Fides S. Exc. Mons. Paul Hinder, OFM Cap, Vicario Apostólico de Arabia del Sur, al hacer una evaluación de la visita del Cardenal Fernando Filoni, Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos.
El Vicario Apostólico informa a la Agencia Fides que el evento central de la visita, la consagración de la nueva iglesia de San Antonio de Padua en Ras Al Khaimah, periferia de Dubai, que tuvo lugar el 14 de junio, fue un momento de gran impacto espiritual:
«A la consagración asistieron cerca de 10 mil fieles, no nos lo esperábamos. La iglesia estaba llena, el auditorio del piso inferior estaba repleto y miles de fieles han escuchado la celebración desde fuera de la Iglesia. La comunidad católica entera, compuesta por gente pobre, trabajadores inmigrantes humildes inmigrantes, que viven la precariedad y la inseguridad, ha recibido un gran estímulo en su camino de fe. Hemos recibido la bendición y sentido la presencia amorosa del Papa Francisco».
En un contexto social nada fácil, explica el Obispo, «la visita del Cardenal Filoni ha sido un signo de atención de la Iglesia de Roma, que tendrá frutos positivos dentro de la comunidad local».
El cardenal también se reunió con el Emir Saud Bin Saqr Al Qasimi, quién donó el terreno en Ras Al Khaimah para la Iglesia de San Antonio, manteniendo con él una conversación muy cordial. Mons. Hinder informa de que la iglesia de San Antonio es el octavo lugar de culto católico en los Emiratos y que el 29 de junio presidirá la colocación de la primera piedra de otra nueva iglesia, que estará dedica a San Pablo, y se construirá en Abu Dhabi: «Será la segunda iglesia en Abu Dhabi, y será construido en el continente, dado que el territorio del Emirato es en parte una isla. Tenemos la intención de construirla en dos años. Es un signo de que nuestra misión sigue adelante, damos gracias al Señor».