(RT/InfoCatólica) Únicamente permitieron a aquellos empleados de la presa que eran musulmanes suníes permanecer en la ciudad para continuar manteniéndola operativa.
«Todos los musulmanes se quedaron allí y si algún cristiano quiere regresar tiene que convertirse al islam, de lo contrario será asesinado», añadió una fuente citada por la agencia. Según el artículo, los rebeldes están ocupando sus hogares y robando sus bienes, que venden en el mercado negro para comprar armas y municiones con el dinero obtenido. En muchas ocasiones, los cristianos que tuvieron que marcharse a la fuerza ni siquiera pudieron recoger sus pertenencias personales.
«Para la mayoría [de los cristianos], quedarse en Siria ya no es una opción viable y abandonar el país, saliendo por Turquía o el Líbano, también tiene sus propios peligros», señala el informe. A medida que se agrava el conflicto en Siria, aumentan el número de cristianos que huyen en masa de sus hogares por las amenazas, secuestros y asesinatos llevados a cabo por los rebeldes.