(Agencias/InfoCatólica) «Considero a Óscar Arnulfo Romero un gran testimonio de la fe y de la sed de justicia social. Su testimonio se expresaba también a través de las homilías en las que hablaba de la trágica condición que vivía en esos años su pueblo. El orden social solo se puede fundar en la defensa de la afirmación de la justicia, y no en la violencia o la ley del más fuerte. Esta es la doctrina de la iglesia. Incluso la Constitución 'Gaudium es Spes', emanada del Concilio Vaticano II, había reafirmado que todos los hombres son criaturas de Dios con los mismos derechos y con las mismas posibilidades para acceder a los bienes de la naturaleza, a los bienes de la Creación y de la cultura. El obispo Romero, en cada una de sus intervenciones, repetía solamente esto», dijo Müller en una entrevista al Vatican Insider.
Además el arzobispo alemán agregó que «el proceso relativo al “nihil obstat” doctrinal en la Congregación procedió con normalidad y ya bajo Benedicto XVI, tuvo una aceleración decisiva. No hay que olvidar que en 2007, en su viaje hacia Brasil, el papa Ratzinger dijo claramente que él consideraba a Romero digno de ser beatificado. Ahora, con papa Francisco, el proceso procede con mayor velocidad en la Congregación para las Causas de los Santos».