(El Comercio/InfoCatólica) El embarazo de Belén se conoció la semana pasada a través de los medios de comunicación, tras la detención del padrastro, de 32 años, quien confesó haber violado a la menor.
La abuela de la niña, que reside en Puerto Montt (1 000 km al sur de Santiago), denunció ante la justicia al padrastro cuando se percató del embarazo de la menor en un consultorio, a donde acudió por unos dolores de ovarios extraños de la niña.
El caso ha provocado polémica en Chile, pues ha reabierto el debate de la legislación sobre el aborto en el país, uno de los seis en el mundo donde no está permitido en ninguna circunstancia.
El presidente chileno Sebastián Piñera manifestó este martes haberse sentido «impactado» tras haber escuchado las declaraciones de la menor, y aseveró que si en este caso se produce un parto prematuro, se deberá cuidar la vida de la madre.
«Cuando se cumplan 22 semanas de embarazo, es decir en ocho semanas más, si fuere necesario tener un nacimiento prematuro, se tendrá que realizar esa terapia, porque en nuestro país la vida de la madre está en el primer lugar», dijo Piñera.