(Efe) «Hubo una explosión alrededor de las siete de la tarde (16:00 GMT) y seis personas fueron heridas», afirmó el oficial de policía Aggrey Adoli, citado por el diario local «The Standard», al precisar que las víctimas fueron evacuadas a dos hospitales.
«Estamos todavía recabando pruebas sobre el terreno para determinar la causa de la explosión, pero hasta el momento ningún sospechoso ha sido detenido», agregó Adoli.
Entre los heridos, que quedaron atrapados en la estampida y el fuego que provocó la explosión del artefacto, figuran un menor y un sacerdote, señaló la Policía, que ha desplegado expertos en explosivos en el lugar del ataque.
Aproximadamente una hora después, otro ataque tuvo lugar en Eastleigh, un barrio radicado en el este de Nairobi cuya población es mayoritariamente de origen somalí.
Al menos tres personas resultaron heridas en Eastleigh como consecuencia de una granada lanzada contra los peatones de la zona de California desde un automóvil que huyó de la zona inmediatamente.
El oficial de la Policía de Nairobi Benson Kibui informó de que las fuerzas de seguridad en la capital están en alerta y han emprendido la búsqueda del automóvil sospechoso y sus ocupantes.
Se desconoce si el ataque de Mombasa y el de Nairobi guardan algún tipo de relación.
Desde que en octubre de 2011 el Ejército de Kenia entró en Somalia por una oleada de secuestros en suelo keniano que atribuyó a la milicia radical islámica Al Shabab, el país está bajo amenaza terrorista y ha sufrido múltiples ataques, algunos de ellos atribuidos por las autoridades a simpatizantes de los islamistas.
La milicia, que en 2012 anunció su adhesión formal a la red terrorista Al Qaeda, controla amplias zonas del centro y el sur del Somalia, donde el Gobierno somalí aún no logra imponer su autoridad.
Las tropas de la Misión de la Unión Africana (AMISOM), el Ejército somalí, las fuerzas etíopes y milicias progubernamentales combaten a los islamistas, que tratan de instaurar un Estado islámico de corte wahabí en el país.
Somalia vive en un estado de guerra civil y caos desde 1991, cuando fue derrocado el dictador Mohamed Siad Barré, lo que dejó al país sin un Gobierno efectivo y en manos de milicias islamistas, señores de la guerra y bandas de delincuentes armados.