(Bruno Moreno/InfoCatólica) Ayer, jueves 2 de mayo, el Estado de Rhode Island (Estados Unidos) legalizó el «matrimonio» entre personas del mismo sexo. La ley, que había sido aprobada ya por el parlamento estatal con una mayoría de 56 a 15, fue firmada ayer por el gobernador Lincoln Chafee, episcopaliano. Ante los vítores de la multitud congregada, un coro entonó una canción sobre el matrimonio de los Dixie Cups, «Chapel of love», y el gobernador declaró: «Ahora, por fin, podéis casaros con la persona que amáis».
Hace dos años, Rhode Island había aprobado una ley de uniones civiles para las parejas del mismo sexo. Esta posibilidad, sin embargo, apenas había sido utilizada por parejas de este tipo, por lo que los oponentes de la nueva ley consideran que el reconocimiento del «matrimonio» entre personas del mismo sexo era totalmente innecesario.
Este estado, donde la población católica es muy numerosa, es el décimo estado norteamericano que legaliza el llamado «matrimonio gay». El estado se encuentra en la región de Nueva Inglaterra, que se ha distinguido por su apoyo al «matrimonio» entre personas del mismo sexo. El proyecto contó con la entusiasta colaboración de Ángel Tavera, alcalde de Providence, la capital del Estado. Tavera, de origen dominicano, es el primer alcalde hispano de la ciudad.
Un día triste para la historia de los Estados Unidos
El mayor defensor del matrimonio verdadero en Rhode Island ha sido la Iglesia Católica y en particular el obispo Thomas Tobin, de la diócesis de Providence. Cuando el presidente Obama anunció su apoyo al «matrimonio» homosexual, Monseñor Tobin habló de «un día triste para la historia de los Estados Unidos», y recientemente había calificado el proyecto de ley de cambio «inmoral e innecesario» en la legislación sobre el matrimonio.
Tras la aprobación de la ley, Monseñor Tobin hizo pública una carta pastoral dirigida a los católicos de su diócesis, recordando la doctrina de la Iglesia sobre el carácter «intrínsecamente desordenado» y pecaminoso de los actos homosexuales. En este «tiempo de desafíos e incluso decepción para muchos de nosotros», pero también de «oportunidad para mantenernos firmes y ser valientes», el obispo advirtió sobre el peligro de una actitud equivocada ante estos actos: «Nuestro respeto y el cuidado pastoral, sin embargo, no significan que podamos respaldar o ignorar libremente el comportamiento inmoral o destructivo, donde quiera o como quiera que se produzca. Como nos pide San Pablo, tenemos que decir la verdad con caridad».
Mons. Tobin: respeto por las personas, coherencia a los católicos
El obispo manifestó en nombre de los católicos su «respeto, amor y preocupación pastoral por nuestros hermanos y hermanas que sienten atracción hacia su mismo sexo. Pido sinceramente la bendición de Dios para ellos y que disfruten de abundante salud, felicidad y paz». Al mismo tiempo, advirtió a los católicos que «deberían examinar muy cuidadosamente sus conciencias antes de decidir si respaldan relaciones del mismo sexo o asisten a ceremonias del mismo sexo, teniendo en cuenta que hacerlo podría dañar su relación con Dios y causar un escándalo significativo a otras personas».
La ley aprobada por Rhode Island establece explícitamente que las confesiones religiosas podrán decidir qué personas pueden casarse en sus propias ceremonias y que ningún ministro religioso estará obligado a celebrar ningún un «matrimonio» entre personas del mismo sexo. Todas las miradas se centran ahora en el estado de Delaware, en el que un proyecto similar fue aprobado por la cámara baja y espera la decisión del senado estatal.