La Nunciatura Apostólica en España acaba de hacer pública la noticia de que el Papa Francisco ha nombrado un nuevo obispo auxiliar para la Diócesis de Oviedo. El elegido ha sido el Ilmo. Sr. D. Juan Antonio Menéndez Fernández, hasta ahora Vicario Episcopal para los Asuntos Jurídicos y Párroco de San Nicolás (Avilés).
Doy gracias al Señor que nos bendice con este querido hermano de nuestra Iglesia particular y de nuestra tierra, llamado al Colegio Episcopal como sucesor de los Apóstoles. Tal y como dice el canon 403 § 1 del Código de Derecho Canónico, «cuando lo aconsejen las necesidades pastorales de una diócesis, se constituirán uno o varios Obispos auxiliares, a petición del Obispo diocesano».
San Francisco de Asís refleja en su Testamento espiritual cuando hace recuento de las gracias recibidas por Dios, que “el Señor me dio hermanos” (Test. 14). Esto es lo que en un día como hoy también a mí me embarga con un inmenso gozo: en la persona de D. Juan Antonio, el Señor me da un hermano que como obispo me auxiliará en esta dulce y apasionante encomienda de ser pastor de la Iglesia que peregrina en Asturias.
Mi gratitud se abre también al Santo Padre, nuestro Papa Francisco, por la solicitud con la que ha atendido mi petición al nombrar como obispo auxiliar de Oviedo a D. Juan Antonio. No puedo ocultar mi alegría grande y sincera por este regalo, del que tengo mayor conciencia precisamente por mi conocimiento y estima del elegido.
Yo soy de Madrid, D. Juan Antonio es asturiano. Yo he vivido en muchos sitios dentro y fuera de España y llevo tres años en Asturias, D. Juan Antonio ha estado siempre en esta tierra diocesana en la que ha nacido y crecido. Yo soy teólogo, D. Juan Antonio es canonista. El ser hijo de San Francisco me constituye religioso, mientras que D. Juan Antonio fue llamado al clero diocesano. Así podríamos ir enumerando los muchos motivos por los que considero una gracia grande su ayuda como obispo auxiliar, que viene a complementar mi oficio ministerial como arzobispo de Oviedo.
Invito a toda la Iglesia diocesana a que dé gracias conmigo, y acoja con esa gratitud debida a quien viene en el nombre del Señor. Nuestra oración y nuestro afecto se hace abrazo y alabanza mirando a D. Juan Antonio como ese hermano querido que Dios pone a nuestro lado.
Gracias por decir tu sí, querido D. Juan Antonio, deja que tu nombre lo sigan pronunciando los labios de quien te llamó y que Él sostenga tu fidelidad dando gloria a Dios y siendo bendición para tus hermanos. Que la Santina de Covadonga, San Melchor de Quirós y todos nuestros mártires y santos vengan en tu ayuda y te acompañen con su intercesión.
✠ Fr. Jesús Sanz Montes, ofm
Arzobispo de Oviedo