(InfoCatólica) El cardenal Rouco ha afirmado que «persiste la crisis económica con su cortejo de paro -especialmente de desempleo juvenil- y de falta de medios para hacer frente a los compromisos contraídos en la adquisición de viviendas o a la debida atención a los ancianos y a los emigrantes. Persiste la desprotección legal del derecho a la vida de los que van a nacer y persiste una legislación sobre el matrimonio gravemente injusta. Persiste la ausencia de protección adecuada para la familia y la natalidad, en especial, para las familias numerosas».
El prelado ha añadido que «la calidad de la enseñanza sigue dejando mucho que se desear, siendo así que de ella depende en tan gran medida el futuro de la sociedad».
En relación a las relaciones entre la Iglesia y la vida política, y tras recordar que hay «incluso santos canonizados cuya principal actividad en el mundo ha consistido precisamente en una generosa dedicación a las actividades sociales, políticas y de gobierno», el cardenal ha adverido que no es tarea de la Iglesia «formular soluciones concretas -y menos todavía soluciones técnicas- para los problemas de orden temporal. Por eso, es legítimo el pluralismo social y político entre los católicos. Sin embargo, el pluralismo legítimo no debe ser confundido con el relativismo».
Los responsables políticos y sociales, ha sentenciado «han de mantener el espíritu de lealtad, concordia y respeto de la ley -civil y moral- sin los cuales su insustituible aportación al bien común quedaría en entredicho».
Además, ha instado a los medios de comunicación a no «ceder a la tentación de acentuar los problemas o de azuzar las diferencias», presionados tal vez por las dificultades económicas de las que también son víctimas.
Cambio de pontificado
Previamente el presidente de la CEE se había referido a las circunstancias que han rodeado el cambio de pontificado, tras la renuncia de Benedicto XVI. Para saber las razones de la misma «hay que atenerse a la limpia explicación dada por el mismo papa Benedicto», ha dicho el cardenal.
Respecto a la elección del papa Francisco, el arzobispo de Madrid ha constatado que «no se lo esperaban los medios de comunicación y muchos de sus comentadores. El nombre del cardenal Bergoglio no había aparecido en ninguna de sus previsiones. El efecto sorpresa, unido a la personalidad del nuevo romano pontífice, dio lugar a que el papa Francisco fuera acogido con juicios por lo general muy favorables por parte de aquellos mismos medios que no habían sido capaces de influir mínimamente en la elección del papa con sus opiniones, valoraciones y previsiones, como tampoco de dar a sus lectores una información suficientemente fundada acerca de la preparación del cónclave».
El prelado ha afirmado que «hemos de dar gracias a Dios, en todo caso, por la libertad e independencia mostrada por los cardenales, al tiempo que aprovechamos la experiencia vivida sobre las virtudes y los límites de los medios en lo que se refiere a lo más íntimo y relevante de la vida de la Iglesia. Es ciertamente el Espíritu Santo quien la guía».
Además, ha añadido, «en estas primeras semanas de su pontificado lo hemos visto y oído invitando a toda la Iglesia a lo esencial».