(Efe) El Papa Francisco ha saludado a cada integrante de la comitiva argentina con un apretón de manos y a la mandataria con un beso, sin mayores formalidades, antes del almuerzo a solas.
El Papa y la presidenta de Argentina han mantenido un diálogo muy cordial, según han indicado fuentes vaticanas. La presidenta le regaló un equipo de mate de cuero, que contenía un mate de calabaza y plata y su bombilla, un termo para el agua y dos recipientes para la yerba mate y el azúcar, y una típica manta de abrigo argentina, de lana de vicuña.
A su vez, el Pontífice le ha entregado una mayólica de la Plaza de San Pedro y un libro, en el marco de un diálogo informal y distentido en el que la presidenta le preguntó: «¿Lo puedo tocar?». Y el Papa respondió acercándose y dándole un beso en la mejilla. «Nunca un Papa me había besado», respondió ella sorprendida y sonriente, según las imágenes que ha difundido la televisión.