(Abc/InfoCatólica*) En la carta publicada en Abc y que reproducimos a continuación, Gonzalo Medina denuncia el sufrimiento que para la familia de Alexia ha supuesto la película:
Estimado señor Fesser: soy alumno de la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense. Acaba de estrenar su última película, que lleva por título «Camino». Como evidentemente conocerá, días antes del estreno su película fue proyectada en mi facultad, siguiendo a continuación un coloquio en el que participaron algunos de los actores del filme. Debe saber que soy sobrino de uno de los hermanos de Alexia González-Barros, a quien usted deseaba mantener en la memoria, como expone al finalizar la película: «A la memoria de Alexia González-Barros, fallecida...». Como le decía, acudí a verla, pero, desgraciada o afortunadamente, no pude quedarme al coloquio posterior. Sólo me gustaría, me encantaría, desearía decirle que si se hubiese interesado, al menos un poco, por conocer a la familia, saber cómo eran sus padres, cómo murieron...
¿Sabe usted que el padre de Alexia murió varios años más tarde que ella y no precisamente en un accidente de coche? ¿Sabe usted que la madre de Alexia no arrancaba nada más que sonrisas a diestro y siniestro y que no era una bruja reprimida, como usted la representa en su película? He conocido a pocas personas como ella, se lo aseguro. ¿Sabe usted que esa familia ya sufrió y sigue sufriendo lo bastante como para que personas como usted sigan metiendo el dedo en la llaga y les azote con su «exitosa» película, señor Fesser? No, no lo sabe ni nunca lo sabrá. Pero, Gracias a Dios, Paco y Moncha ya no están para ver su «exitosa» película. Se ríen no sólo de usted, sino también de todos nosotros desde el Cielo. ¡Menudo éxito el de su película!
El otro tema latente de su película es el Opus Dei. Mejor dicho, la manera de atacar y tergiversar la naturaleza y el espíritu del Opus Dei. La grandeza del Opus Dei, señor Fesser, no se reduce a meterse tres piedras en el zapato, como afirma en su «exitosa» película, ni a separar a los hombres de las mujeres, como mantiene en su «exitosa» película, ni mucho menos es obligación y represión, como defiende su «exitosa» película, sino que el Opus Dei se limita única y exclusivamente a aspirar a la Santidad en lo cotidiano de cada día, viviendo en el mundo, dándose a los demás con alegría y voluntariedad.
¡Ah! por cierto, yo no soy del Opus Dei, como tampoco lo fue Alexia González-Barros.