(Efe) «No tenemos ningún papel en la mesa de negociación», dijo e insistió, «de todas maneras, nosotros estamos siempre dispuestos a hacer todo lo que esté en nuestro alcance para ayudar a aclimatar la paz».
Asimismo, defendió que no debe ser la guerrilla quien les invite y aseguró que la Iglesia es «muy consciente» de cuál tiene que ser su tarea y «por lo tanto dónde y cómo» debe participar.
En una carta dirigida al presidente de la conferencia Episcopal y firmada por el jefe negociador de las FARC, Luciano Marín, alias «Iván Márquez», la guerrilla invitó ayer a los obispos colombianos a a conversar sobre «la guerra y la paz» en La Habana.
«Muy comedidamente, le extendemos a los obispos, desde La Habana, nuestra invitación a conversar sobre la guerra y la paz, y las ideas que pudieran llevarnos a una solución menos cruenta a este largo conflicto social y armado que enfrenta a los colombianos», dice la misiva.
«Por la paz tenemos que hacer hasta lo imposible», afirmó el jefe guerrillero.
Por el contrario, el cardenal Salazar aseguró que él, como presidente de la Conferencia Episcopal, no ha recibido «ninguna invitación formal» de la guerrilla por lo que, según él, «esa noticia no tiene ningún carácter oficial».
El cardenal se refirió también a la liberación de dos peruanos y tres colombianos anunciadas ayer por el Ejército de Liberación Nacional (ELN), todavía pendiente de confirmar por las autoridades colombianas.
«Me alegra que el ELN haya declarado que ya las liberó pero también tiene la obligación de ponerlas en condiciones de llegar a donde fueron tomadas y facilitarles el regreso», concluyó.