(ACI/EWTN - Infocatólica) La presencia en Italia de nuevos grupos protestantes lleva a la Iglesia a una reflexión que revela la necesidad de una mayor acogida, de una pertenencia más sentida, de una dimensión más alegre y participativa de la fe.
En entrevista concedida a la agencia italiana SIR durante el encuentro Fe y Religiosidad en una Europa que cambia. Nuevos movimientos cristianos en Europa: ¿Desafío u oportunidad? realizado en Varsovia (Polonia) del 4 al 6 de febrero, el Cardenal mencionó que para responder a este desafío se necesita una catequesis más profunda, articulada y fiel que sea siempre en sintonía con la experiencia global de la vida cristiana.
El Presidente de la CEI dijo además que la catequesis es un elemento que conjuga la vida sacramental, a la liturgia, la vida de oración personal, el testimonio de la caridad, y la comunidad cristiana.
Después se necesita darle una mayor atención a la piedad y a la devoción popular, que algunas veces hemos guardado como una forma de serie B de la religiosidad, en vez de hacerla parte de la esperanza humana, agregó el Purpurado.
Tras señalar que debe haber unos 250 mil seguidores en los nuevos grupos protestantes, el Cardenal dijo que esta presencia nos debe hacer reflexionar sobre por qué hay eventuales salidas de católicos a estos movimientos. Evidentemente nuestra comunidad deba tal vez auto motivarse y reflexionar sobre sí misma expresó.
Estos nuevos movimientos hacen una promesa fácil, no solo bajo el perfil estrictamente espiritual, sino también bajo el perfil material y físico de lo que pasa en la vida, y como estas promesas no se pueden cumplir, decepcionan a sus seguidores, explicó el Cardenal.
Asimismo, aseguró, estos grupos se caracterizan por la propuesta de una teología y un mensaje religioso fácil, que no necesita un compromiso de profundización teológica y doctrinal, apuntando mucho más hacia una experiencia fuerte de sentimentalismo.