(LD) Además, recomienda en su web «mantenerse alejado de cualquier reunión, evitar protestas en las calles y los alrededores de edificios sensibles». Un portavoz del ministerio ha confirmado que, «como medida de precaución», cerrarán «instalaciones, embajadas, consulados, centros culturales y colegios».
El director del semanario satírico, que vive bajo protección policial, después de que las instalaciones de la revista fueran incendiadas en 2011 por publicar en portada otra caricatura de Mahoma, defiende a ultranza los dibujos de este porque «si nos ponemos en la cuestión de si tenemos derecho a dibujar o no a Mahoma, de si es peligroso o no hacerlo, la cuestión que vendrá después será si podemos representar a los musulmanes en el periódico, y más allá, si podemos sacar seres humanos, etcétera». «Y al final, no sacaremos nada más, yel puñado de extremistas que se agitan en el mundo y en Francia habrá ganado», ha declarado en el canal francés iTélé.
El gobierno francés condena las viñetas
La difusión de un vídeo ofensivo sobre Mahoma rodado en 2011, en el que el profeta del islam es retratado como un adicto sexual o un sanguinario que llama a cometer masacres, ha provocado en las últimas semanas una oleada de ataques islamistas a las embajadas de EEUU en países como Egipto, la India o Indonesia. El ataque más violento tuvo lugar en Libia, donde el embajador estadounidense y otros tres miembros del personal de la embajada fueron asesinados.
Temiendo las posibles consecuencias de estas caricaturas, algunos miembros del Gobierno francés ya se han pronunciado. Así, el primer ministro galo, Jean-Marc Ayrault, ha manifestado su «desaprobación ante todo exceso» dado el «contexto actual», y ha apelado al «espíritu de responsabilidad de cada uno». Más duro con Charlie Hebdo ha sido el ministro de Exteriores, Laurent Fabius, que ha condenado desde Egipto esta «provocación» de la revista. «No encuentro por ningún sitio la utilidad de una provocación, y además, la condeno».
Demandados por injurias
Charlie Hebdo republicó las caricaturas de Mahoma aparecidas originalmente en el periódico danés Jyllands-Posten en el 2006. El semanario satírico fue demandado por autoridades islámicas francesas por un delito de «injurias públicas contra un grupo de personas en razón de su religión».
En noviembre de 2011, las instalaciones de Charlie Hebdo fueronincendiadas, después de publicar un número crítico con la victoria de los islamistas en las elecciones tunecinas. En este número también aparecían dibujos de Mahoma.
Aquella edición recabó la solidaridad de la prensa francesa, y en la portada del siguiente número podía verse a un musulmán y un dibujante fundiéndose en un beso homosexual bajo el titular: «el amor es más fuerte que el odio».
Hay que recordar que Charlie Hebdo ha mantenido siempre un tono satírico sin distinguir entre religiones, mofándose por igual de Benedicto XVI y de Mahoma, intentando derribar, según ellos, «tabúes religiosos».